Un proyecto permitirá pronosticar la dinámica de los vertidos al mar

Si dentro de una olla llena de agua, se echan unas gotas de aceite, éstas se moverán de forma distinta al líquido del recipiente. Las dos dinámicas, la del agua y la del aceite, tienen sus propias leyes y, por tanto, dos formas diferentes de analizarse. Un macroproyecto estatal se está encargando de establecer modelos numéricos, contrastándolos con datos a tiempo real, que permitan crear un sistema eficaz para pronosticar los movimientos del mar y de las manchas de hidrocarburos. El objetivo final, actuar con mayor celeridad en caso de vertido. La Universidad de Cádiz (UCA) coordina el subproyecto andaluz, que se enfrenta a las peculiaridades físicas y dificultades de una zona de alta densidad de tráfico como es el Estrecho de Gibraltar.

Esta iniciativa, denominada Establecimiento de un sistema español de oceanografía operacional, fue impulsada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología tras la catástrofe del Prestige. La marea negra derivada del petrolero hundido frente a las costas gallegas había puesto en evidencia que España no contaba con un mecanismo capaz de dar información inmediata sobre el estado del mar y el avance de las corrientes y que pudiese predecir en tiempo real cómo se estaba moviendo el vertido.

Hasta 18 instituciones nacionales e internacionales trabajan desde hace un año en sacar adelante los 14 subproyectos en los que ha quedado dividida. En el andaluz, además de la Universidad gaditana, colaboran también la de Málaga y la de Granada. Su coordinador es el profesor Alfredo Izquierdo, de la Facultad de Ciencias del Mar y Ambientales de la UCA. "Ya hemos puesto a punto las herramientas básicas para tratar de incorporar redes de medida que nos van a dar información sobre el estado del mar de la costa andaluza en cada momento", explica.

El resultado final del proyecto, que debe estar listo dentro de dos años, permitirá contar con un sistema de pronósticos similar al de la información meteorológica, aunque, en este caso, la complejidad es mayor puesto que se deben analizar más factores. "Hay que manejar tres modelos. Uno sobre la dinámica marina que nos indicarán factores como la velocidad de la corriente, la temperatura del agua... Otro detalla la dinámica del vertido. Además, hay que tener en cuenta que la corriente del mar viene forzada por el viento y el resto de condiciones del tiempo por lo que hay que aplicar un modelo atmosférico", describe el profesor Izquierdo.

La Universidad gaditana ya está trabajando sobre esos modelos numéricos contrastando sus resultados con los datos que se van obteniendo en tiempo real. "Generamos gracias a los modelos un pronóstico de cómo se va a mover el mar y la mancha y después los comparamos con los datos reales. Eso nos sirve para corregir el modelo y conseguir que así el error nunca sea muy grande".

Los usuarios más habituales del sistema serán todos los puertos españoles, los centros de vigilancia de las costas y la sociedad de Salvamento Marítimo, ya que no sólo servirá para predecir el movimiento de vertidos sino también ayudará a la búsqueda de personas y embarcaciones perdidas en el mar. "Si sabemos de qué punto salió el barco, o donde se extravió el náufrago, podremos hacer un pronóstico de adonde lo ha conducido la corriente. La principal ventaja es que reduce el área de búsqueda y ayuda a reducir costes".

Esta utilidad acrecienta el interés por el proyecto en Andalucía, donde el Estrecho se ha cobrado muchas vidas de la inmigración clandestina. Ésta es la zona más compleja y con más riesgos potenciales que se estudia dentro del subproyecto andaluz. Tiene una elevada densidad de tráfico, con más de ochenta mil buques al año, entre ellos, más de cinco mil petroleros. La separación entre las costas es de tan sólo catorce kilómetros lo que limita el tiempo de reacción. "El Prestige se hundió a 160 millas de tierra. Se pudo preparar equipos recolectores y habilitar planes de contingencia y aún así hubo muchos errores". De ahí, que contar con un sistema capaz de pronosticar de inmediato el movimiento del vertido sea en el Estrecho todavía más crucial.