Montilla equipara a ERC e ICV con la extrema derecha en el referéndum europeo

Los socialistas catalanes se dedicaron ayer a recordar a sus aliados de Esquerra Republicana (ERC) y de Iniciativa Verds-EsquerraUnida (ICV-EU) que al preconizar el no en el referéndum sobre la Constitución europea se colocan junto a la extrema derecha europa. El primer secretario del PSC, José Montilla, recordó que el no es la posición de figuras como Jean Marie Le Pen, Jörg Haider y Alessandra Mussolini.

En la apertura de la escuela de invierno del PSC que se celebra este fin de semana en Tarragona,Montilla enumeró las que calificó de "malas compañías" de sus socios en la batalla del referéndum para la Constitución europea: Jean Marie Le Pen, fundador del ultraderechista partido francés Frente Nacional; Jörg Haider, líder de la extrema derecha austriaca; Alessandra Mussolini, nieta del dictador y referente del neofascismo italiano; el Partido Unionista de Irlanda del Norte; los antieuropeos del Reino Unido, y el partido xenófobo radical Vlaams Blok de Bélgica.

En la misma orientación que Montilla, el secretario de organización del PSC, José Zaragoza, afrmó que cuando el 20 de febrero se haga el recuento de las papeletas del no en el referéndum sobre la Constitución europea, será imposible saber "si las ha puesto Jiménez Losantos o Joan Saura".

Las reacciones de los aliados de los socialistas no se hicieron esperar. El senador de ICV Jordi Guillot calificó de "ridículas" las comparaciones y afirmó no entender qué pueden tener de parecido las formaciones ultraderechistas con los ecosocialistas, y la portavoz de ICV en el Parlament, Dolors Camats, añadió que el ministro hizo ayer "demagogia".

El eurodiputado Bernat Joan, de ERC, afirmó que la comparación realizada por Montilla denota "mala fe" y destacó que a su partido "no se le pasa por la cabeza comparar a Montilla con el ex presidente del PP José María Aznar a pesar de que ambos apoyan la Constitución europea".

Las palabras de Montilla sonaron demasiado fuertes incluso para alguno de sus correligionarios. El presidente del Parlamento Europeo, Josep Borrell, que también intervino ante los 600 asistentes a la escuela de invierno del PSC, tuvo que matizar las palabras del ministro de Industria afirmando que "no se puede poner en el mismo saco" a unos y a otros.

Borrell explicó que unos, los ultraderechistas, están en contra del tratado europeo porque reduce las competencias de los Estados, mientras que los otros, los partidos de izquierdas críticos, lo están porque consideran insuficiente la "comunitarización".

Montilla y Borrell, en cambio, coincidieron en que si la Carta Magna europea no sale adelante, la alternativa es regresar al Tratado de Niza, y ambos pusieron en duda su eficacia en la Europa actual, ampliada a 25 países y con expectativas de crecer aún más. El panorama mundial que dibujó Borrell si ganara un no estaría dominado por dos superpotencias, China y EE UU, y en él China "sería la fábrica"; la India, "las oficinas"; EE UU, "los cuarteles", y Europa, "un geriátrico y un museo al aire libre".

Borrell, por otra parte, dijo que el debate sobre Europa no habría de ser "regional" o nacional, sino que, a su juicio, deberían debatirse asuntos de índole europea. Sin embargo, no dejó escapar la ocasión para arremeter contra el plan Ibarretxe, que calificó de "antieuropeo" por incluir la nacionalidad vasca en su redacción.