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La investigación judicial apunta que el 11-M lo ideó "la red norteafricana de Al Qaeda"

Un detenido por el atentado de Casablanca fue el primero en pedir que se atacara a España

Jorge A. Rodríguez

El día en que el comando que perpetró el 11-M eligió sus objetivos y cerró su plan criminal es aún un misterio. También sigue sin conocerse quién hizo el diseño estratégico del ataque, que se cobró 191 vidas y más de 1.500 heridos. La Comisaría General de Información ha buceado en los sumarios sobre terrorismo islámista abiertos en España, gracias a lo cual ha puesto en pie el trasfondo del atentado. El sumario del 11-M contiene muchas de las claves de la masacre, que apuntan a que la matanza tuvo su origen "en la red norteafricana de Al Qaeda", asentada también en España.

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La trama empieza a ser conocida en octubre de 1995, cuando comenzó la relación de Imad Eddin Barakat Yarkas, Abu Dahdah (Alepo, Siria, 1963), con la organización Ansar el Islam, tras el traslado a Londres de Mustafa Setmarian Nasar, Abu Musab Al Suri, de 46 años, quien acabaría recalando en Afganistán como jefe de un campo de entrenamiento terrorista (Estados Unidos tiene puesto precio a su cabeza). Abu Dahdah se convirtió en "el representante de la organización de Osama Bin Laden en España" y bajo su influencia cayó Jamal Zougam, cuyo domicilio fue registrado en junio de 2001, después de que Francia lo vinculara con "extremistas islámicos radicados en Francia".

Abu Dahdah le había echado el ojo en 2000 a un grupo de musulmanes asentados en Madrid, seguidores de Tabligh al Dawa, "una organización misionera islámica, de origen paquistaní".En ella estaban, entre otros, Khaled Zemini Pardo (preso por el 11-M); Serhane Ben Abdelmajid, el Tunecino (nacido en Túnez en 1968 y muerto en el suicidio de Leganés, el 3 de abril), Mustafa el Maymouni (preso en Marruecos por el atentado de Casablanca) y Amer el Azizi (implicado en el 11-M y uno de los jefes de Al Qaeda para Europa).

El primero en ser captado y radicalizado por Abu Dahdah fue Azizi, quien se fue a entrenarse al campo afgano del Mártir Abu Yahyia, donde coincidió con Karin el Mejatti, Abu Ilyas, miembro de una célula creada en 1999 en Casablanca por el movimiento Salafiya Jihadiya de Marruecos, acérrimo de la ideología Takfir Wal Hijra, la más radical del salafismo. En ese campo estaba Abdulatif Mourafik, Malek el Andalusí, captado a su vez por Abu Ilyas, el hombre más buscado por Rabat.

Azizi vino de Afganistán totalmente radicalizado y empezó a lanzar su prédica entre su antiguo grupo de amigos, como Maymouni y el Tunecino. Justo antes, en octubre de 2000, Azizi fue arrestado en Estambul (Turquía), entonces punto de paso obligado para los combatientes islamistas que iban o venían de Afganistán.

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La reunión de Estambul

Abu Dahdah fue detenido el 13 de noviembre de 2001 por su implicación en el 11-S y unos meses después, en febrero de 2002, se celebró una reunión en Estambul, trascendental para el terrorismo islamista. En ella, "dirigentes de los grupos islámicos combatientes libio, marroquí y tunecino acordaron que la yihad debía realizarse en los lugares donde se residía, sin que tuviera que irse el buen musulmán, a aquellos lugares donde existía conflicto abierto con el Islam, como Chechenia, Cachemira, Afganistán, Bosnia, Irak" . El acuerdo, según varios servicios de inteligencia, se hizo "bajo el manto de coordinación de Al Zarqawi" (el hombre que aterroriza Irak) y situó "a Marruecos y a España como objetivos". La policía escribe sobre ese encuentro: "La decisión parece ya tomada, sólo faltaba encontrar el momento, situar el objetivo y definir quiénes lo ejecutarían".

Por esas fechas, Maymouni se traslada a Marruecos, donde Malek el Andalusí le encargó "crear la célula de Kenitra para cometer atentados en Marruecos", lo que él, según los investigadores, entendió "como el punto de partida para crear también su grupo en Madrid". Maymouni regresó a España en septiembre de 2002, tras dejar en su tierra un comando compuesto por cinco terroristas. De la primera persona que tiró en Madrid fue de su cuñado, el Tunecino, y luego de su amigo Driss. Los tres comenzaron a acudir a reuniones de exaltación de la yihad en la casa de Fayssal Allouch, a las que acudían Mohamed Afalah y Said Berraj, huidos tras el 11-M.

A partir de enero de 2003, el Tunecino, Chebli y Maymouni ya expresaron en esas reuniones "sus deseos de atentar en España" en respuesta "a la situación de conflicto en Irak y la postura del Gobierno de España". Maymouni volvió en febrero de 2003 a Marruecos para dirigir su célula, que ya había atentado en Larache. Pero fue detenido, lo que dejó la célula en manos del Tunecino y Chebli. Éste fue detenido en junio de 2003, con lo que Serhane se quedó de jefe principal del comando, según las investigaciones policiales.

Coincidencias cruciales

Ese año se producen tres hechos cruciales. En marzo de 2003, Rabei Osman El Sayed, Mohamed el Egipcio, se puso en contacto con la célula del Tunecino, "debido a que sus planteamientos radicales pro-yihad habían llegado a su conocimiento". Este radical trae consigo a dos supuestos terroristas: Basel Ghalyoun y Fouat el Morabit, ambos presos por el 11-M. El otro hito sucede en septiembre, cuando el terrorista argelino del GIA Allekema Laamari (en libertad por un error judicial) se traslada a Madrid con su amigo Afallah y empieza a acudir a la mezquita de la calle de Alonso Cano, donde hacía de imán suplente el Tunecino. El tercer hecho es el regreso de Jamal Ahmidan, el Chino, tras acabar de cumplir en el verano de 2003 una larga condena en Marruecos.

El Chino llega a España muy radicalizado y comienza a frecuentar la mezquita del barrio de Villaverde, donde imparte una prédica radical el imán Samir Ben Abdellah, quien acudía a las reuniones del Tunecino. En Villaverde viven los hermanos Rachid y Mohamed Oulad Akcha, traficantes de hachís como el Chino. Con ellos se suman a la banda asesina otros dos personajes: Rifaat Anuar y Abdennabi Kounjaa. El Tunecino acaba captándolos. Todos los citados en este párrafo, salvo Ben Abdellah, se suicidaron en Leganés.

El Tunecino ya estaba lanzado en octubre de 2003, cuando comenzó a amenazar con "hacer ataques", con perpetrar "algo fuerte" en España. Pero, según parece, Serhane "no era el origen de la amenaza", ya que ésta habría venido de personas vinculadas a Maymouni, es decir, de los grupos islámicos combatientes libio y marroquí, "integrados en la red norteafricana de Al Qaeda". El Departamento de Estado de EE UU incluyó el 17 de diciembre al Grupo Islámico Combatiente Libio en su lista de organizaciones terroristas que suponen "una seria amenaza" para los norteamericanos. Adam Ereli, portavoz del Departamento de Estado, explicó el 28 de diciembre que este grupo "ha estado involucrado en la planificación de los atentados de mayo de 2003 en Casablanca".

El Ejecutivo remite más documentos al Congreso

El Gobierno ha acordado remitir a la comisión del Congreso que investiga el 11-M siete de los 16 documentos solicitados el pasado 29 de diciembre referidos a actuaciones e informes policiales de los servicios de inteligencia sobre el atentado. Los diputados podrán manejar a su antojo documentos sobre la detención de un comando etarra en Cuenca; sobre la captura del menor G. M. por el tráfico de explosivos; la supuesta denuncia formulada por el abogado Carlos Tejada (sobre un supuesto suministro de Goma 2 a ETA); todo lo que se sabe en España sobre la detención y liberación de Mohamed Haddad en Marruecos; y otro referido al alquiler de un vehículo usado por los etarras detenidos en Cuenca. Además, serán examinados en sesión secreta los libros de registro de entrada y salida de las comandancias de la Guardia Civil de Asturias, especialmente el del servicio de Información, y un informe de la Unidad Central de Inteligencia de la Policía de octubre de 2004.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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