Zapatero afirma que su objetivo es el fin de ETA y lograr la estabilidad territorial

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró anoche en TVE-1 que sólo faltan "dos etapas" para que los 25 años de historia constitucional de España culminen en un "éxito absoluto: el fin de la violencia y un tiempo de estabilidad institucional". Para ese fin de ETA dijo que "no hay que hacerse ilusiones", pero sí "trabajar por la esperanza". Su segundo objetivo, "la estabilidad institucional", pasa por reformas estatutarias pactadas en el País Vasco y Cataluña, en las que sería "absolutamente conveniente" el apoyo del PP. El presidente anunció que el Gobierno aprobará este año la reforma fiscal para simplificar el IRPF y que paguen menos las rentas del trabajo.

"Un movimiento terrorista como ETA tiene que acabar alguna vez". Ésta fue la primera frase que pronunció el presidente Zapatero en su entrevista, en horario de máxima audiencia, en TVE-1. Zapatero recordó que los Gobiernos de Felipe González y de José María Aznar exploraron la posibilidad del fin de ETA y aseguró que él también lo hará. "Dije en mi investidura que mi prioridad iba a ser acabar con ETA. Si hay una mínima posibilidad, como hicieron otros Gobiernos, este Gobierno intentará que fructifique". Le preguntaron qué significa eso, y dijo que hay que "trabajar para estar en un proceso de paz".

Eso sí, enfatizó que "mientras no cese el ruido de las armas, los terroristas no serán escuchados". Afirmó que ese fin de ETA es su prioridad como presidente, que también lo fue cuando era líder de la oposición y que es un objetivo compartido por Mariano Rajoy.

Junto al fin de ETA, Zapatero situó el objetivo de lograr "un tiempo de estabilidad institucional", que pasa por reformar con "amplio acuerdo" los estatutos de Cataluña y Euskadi. En el País Vasco, ese nuevo estatuto no podrá ser el plan Ibarretxe porque éste "va a ser rechazado y esa propuesta no va a tener vigencia nunca". Argumentó que "Euskadi necesita un plan de todos y no uno que lleve el nombre de nadie". Además, mostró su convicción de que Ibarretxe no convocará un referéndum porque sería "ilegal", y porque él tiene "al lehendakari por un demócrata y no va a pasar la línea de legalidad". Zapatero admitió que habló con Ibarretxe de "la colaboración para lograr el fin de ETA" en la entrevista que mantuvieron el jueves pasado en La Moncloa. Para ello, destacó que es muy importante "la tarea política de extensión del conocimiento de que la violencia, además de ser un horror, es inútil y mostrar también la grandeza de la democracia".

Zapatero introdujo su pacto con Rajoy para defender que sería "absolutamente conveniente" que la reforma de ese estatuto y del catalán tuvieran el respaldo del PP. Subrayó que si fue posible poner de "acuerdo a Manuel Fraga y a Santiago Carrillo en un momento mucho más difícil", el de redacción de la Constitución, más fácil debería de ser un pacto ahora. "Hay una demanda de reformas" estatutarias, afirmó el presidente. "Y tengo el compromiso de un nuevo estatuto de Cataluña que venga con un amplio consenso", subrayó.

Zapatero admitió que George Bush, presidente de EE UU,no le ha devuelto la llamada. "Entiendo que Bush se haya visto contrariado con algunas decisiones tomadas por este Gobierno, como la retirada de tropas, pero he visto señales positivas", como la asunción de que en Irak no había armas de destrucción masiva.

Ya sobre economía, Zapatero dijo que el Gobierno aprobará este año la reforma fiscal "con dos objetivos muy claros": simplificar el IRPF y el impuesto sobre sociedades, y mantener los ingresos públicos mientras "se reduce la presión fiscal de las rentas de trabajo". Zapatero también se comprometió a rebajar "el tipo del impuesto de sociedades" y a "favorecer la productividad".