Ibarretxe pide una reunión con Zapatero y Rajoy en La Moncloa

El lehendakari Juan José Ibarretxe solicitó ayer formalmente al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al líder del PP, Mariano Rajoy, una reunión en La Moncloa antes del 1 de febrero para negociar su plan, aprobado el pasado 30 de diciembre en el Parlamento vasco. La Moncloa respondió poco después que el jefe del Ejecutivo aceptará reunirse con el lehendakari una vez que el Parlamento se pronuncie sobre dicho plan.

Con su nueva demanda el Ejecutivo autonómico trata de abrir una brecha en el compromiso acordado el viernes en Madrid entre el presidente del Gobierno y el líder del PP, para abordar la reforma de la Constitución y de los estatutos. Además estaban de acuerdo en adelantar al primero de febrero el debate que rechazará el plan de Ibarretxe en el Congreso. Esa fecha elimina la posibilidad de que el lehendakari pueda abrir la negociación que buscaba con Zapatero antes del debate.

La portavoz del Gobierno de Ibarretxe, Miren Azkarate, declaró que "este no es el camino de la solución porque han transmitido a todos los vascos que su autogobierno no lo decidirá la sociedad vasca democráticamente, ni el Parlamento vasco, sino los señores Rajoy y Zapatero conjuntamente y sin contar con nadie más".

Fuentes de la presidencia vasca calificaron de "intolerable" que se rechace de esa manera la oferta de diálogo de Ibarretxe y la portavoz llegó a decir que de cerrarse el paso al proyecto del lehendakari "con un portazo" y sin negociación previa, el conflicto vasco se multiplicará por un millón. Poco después aclaró que con esas palabras "no quería decir" que se vaya a "entrar en escaladas de ningún tipo" sino que "continuará la situación de enfrentamiento" en la sociedad vasca.

La respuesta de La Moncloa no se hizo esperar. El presidente del Gobierno siempre está dispuesto a reunirse con el lehendakari, "pero, en ningún caso, se debe sustituir el normal funcionamiento de las instituciones", señalaron fuentes de la Presidencia del Gobierno, en alusión a que antes de celebrarse un nuevo encuentro en La Moncloa, el Congreso debe pronunciarse sobre el plan del lehendakari, lo que sucederá el 1 de febrero.

La Moncloa no se dio por aludida sobre la petición de Ibarretxe de que en el nuevo encuentro con Zapatero estuviera presente Rajoy. Sólo respondió a la petición de un nuevo encuentro con Zapatero y no ve sentido a otra reunión con Ibarretxe antes del 1 de febrero cuando la anterior se celebró el pasado jueves. "Cuando llegue la carta de petición de la reunión, que aún no ha llegado, el presidente del Gobierno contestará al lehendakari con las mismas respuestas que se le han venido repitiendo desde un principio, esto es, recordándole que la propuesta debe contar con mayor consenso", señalan fuentes gubernamentales.

Rajoy se negó rotundamente a esa reunión. Dijo que "la mejor forma de hablar es retirar el plan y volver al punto de partida donde todos estaban, que es el Estatuto". Y añadió: "Creo que hay que ser serios en esta vida. El señor Ibarretxe ha presentado un plan de modo desleal porque ha roto un acuerdo al que habíamos llegado todos y que todos los vascos apoyaban".

Azkarate, mientras, explicó que está convencida de que en 2005 se va a "conseguir abrir definitivamente un escenario de paz y de normalización política en Euskadi", un escenario en el que el Ejecutivo de Vitoria va a ser un agente activo y dinamizador.

Tras el fin de semana en el que el portavoz de Sozialista Abertzaleak, Arnaldo Otegi, ofreció diálogo a Zapatero para cerrar un acuerdo entre nacionalistas y no nacionalistas que reforme el marco vasco, y en el que poco después ETA respaldó esa propuesta, Azkarate opinó que ya se está "en una fase post-ETA".

Para la portavoz, a la oportunidad "histórica" que supone para la paz el plan Ibarretxe, se suma la necesidad "más que nunca" de una declaración de ETA en la que anuncie el "abandono definitivo de la violencia para que la sociedad se pronuncie libre y pacíficamente sobre su futuro".