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LA SITUACIÓN EN EL PAÍS VASCO

ETA hace estallar un coche con 40 kilos de explosivo en una zona residencial de Getxo

El atentado, que según Balza buscaba causar víctimas, hirió levemente a un 'ertzaina'

Javier Rivas

En plena sucesión de especulaciones sobre las intenciones de ETA y la posibilidad de que declare una tregua, la banda terrorista volvió a dejar sentada ayer su capacidad mortífera haciendo estallar un coche bomba cargado con 40 kilos de explosivo en una zona residencial de Getxo (Vizcaya). La explosión, registrada apenas 20 minutos después de que un comunicante anónimo avisase al diario Gara en nombre de la banda, causó heridas leves a un agente de la Ertzaintza que se encontraba acordonando la zona. El Departamento vasco de Interior da por sentado que el atentado buscaba "causar víctimas" de forma indiscriminada y no iba dirigido a una persona en concreto, según destacó su responsable, Javier Balza.

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Un comunicante avisó en euskera en nombre de ETA poco después de las dos de la tarde a Gara de la existencia de un coche bomba aparcado en la calle de Manuel Smith, en el barrio residencial de Neguri de dicha localidad vizcaína. No especificó la hora en que iba a estallar, pero precisó que el vehículo era un Peugeot 306, aunque sin aclarar ni matrícula ni color. Tras recibir el aviso, la Ertzaintza y la Policía Local de Getxo acordonaron la zona y comenzaron a buscar el turismo. A las 14.30, estallaba el coche, estacionado frente al número 6 de la calle de Ondategi, perpendicular a la citada.

Un agente de la comisaría de Getxo, de 45 años, resultó alcanzado por la detonación cuando participaba en el cordón de seguridad y se disponía a comunicar los datos de la matrícula del coche usado por los terroristas, cargado, según las primeras estimaciones, con 40 kilos de un explosivo aún por determinar y con un temporizador cuyos fragmentos encontró la Ertzaintza, además de clavos y tornillos como metralla. El agente sufrió heridas leves en una mano y en la cara. Fue atendido en el hospital de Cruces, donde se le realizaron diversas pruebas médicas.

El coche había sido robado sobre las diez de la mañana por dos individuos armados que se identificaron como etarras y abordaron a su propietario en un aparcamiento en el monte Artxanda, una de las colinas que dominan Bilbao. El dueño del turismo fue maniatado pero pudo soltarse y acudió, sobre las tres de la tarde, a denunciar lo ocurrido a una comisaría de la Ertzaintza, donde prestó declaración.

El corto lapso transcurrido entre el aviso y la explosión impidió que se evacuasen todas las viviendas cercanas. Ninguno de los vecinos resultó herido, aunque varios inmuebles sufrieron serios desperfectos. Cuatro edificios fueron los más afectados, además de los coches aparcados junto al usado por los terroristas, según detalló el alcalde de la localidad, el peneuvista Iñaki Zarraoa. Diversos vecinos describieron la explosión como "potente", un "trueno seco". Un gran socavón se abrió en la calle de Ondategi. "Es horrible", decían otros vecinos, que recordaban indignados ataques anteriores de ETA en Getxo.

El lugar del atentado es una zona residencial en un barrio (Neguri) cuyo nombre ha simbolizado tradicionalmente a la burguesía vasca. Ahora viven allí, además de empresarios y políticos, muchos profesionales y ciudadanos de otros sectores sociales.

El de ayer es el quinto coche bomba que ETA coloca en Getxo desde 2000, todos ellos en los barrios de Neguri y Las Arenas, atentados que han causado heridas leves a 14 personas y en los que la banda ha empleado, en conjunto, 290 kilos de explosivo. En los comunicados en que reivindicó varios de estos atentados, ETA citaba a una serie de empresarios, profesionales y políticos como sus destinatarios. La senadora del PP Pilar Aresti, por ejemplo, ante cuya casa ETA colocó un coche-bomba en julio de 2000, reside a 500 metros del lugar de la explosión de ayer. En las inmediaciones vive también el industrial Cosme Delclaux, secuestrado por ETA en noviembre de 1996 y liberado en julio de 1997 después de que su familia pagase 1.000 millones de pesetas (más de seis millones de euros). En junio de 2000, otro coche-bomba estalló ante el chalé de un miembro de esta familia.

Fuentes policiales vascas y estatales consideran que la intención de la banda con su acción de ayer ha sido tanto mostrar su capacidad de seguir actuando como amedrentar a personas chantajeadas para que paguen el denominado impuesto revolucionario.

El consejero de Interior, Javier Balza, quien visitó el lugar de los hechos, opinó que la acción no iba dirigida contra una persona en concreto, pero buscaba "causar víctimas", dado el escaso tiempo entre el aviso y la explosión y que el vehículo se encontrase en una calle diferente de la citada por quien llamó a Gara. Balza destacó que lo ocurrido desmiente cualquier rumor sobre una posible tregua etarra. "Llevo años desmintiendo ese tipo de rumores", afirmó, tras recordar que en su comunicado del domingo, en el que avala la propuesta que Batasuna lanzó el 14 de noviembre, la banda asume la autoría de 23 atentados con bombas.

ETA no cometía un atentado con coche bomba desde el 27 de julio de 2003, cuando un turismo con 30 kilos de dinamita estalló en el aparcamiento del aeropuerto de Santander sin causar víctimas.

Agentes de la Ertzaintza inspeccionan los restos del coche bomba que ETA hizo explotar en Getxo.
Agentes de la Ertzaintza inspeccionan los restos del coche bomba que ETA hizo explotar en Getxo.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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