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Gallardón asegura que la contaminación del aire está lejos de los niveles de riesgo

El alcalde pide "serenidad" ante la polución, incrementada por la falta de lluvia

Mábel Galaz

"El Ayuntamiento está analizando la evolución de la contaminación atmosférica de la capital. Las actuales condiciones atmosféricas [carencia de lluvia y viento] han alterado los índices de la calidad del aire de Madrid. Es una circunstancia de naturaleza coyuntural pero que, como en todo momento hace el Ayuntamiento, está siendo seguida y vigilada de manera permanente por los servicios municipales, que informan puntualmente a los ciudadanos de su evolución". Ésta es la valoración efectuada ayer, a preguntas de EL PAÍS, por el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre el aumento de la contaminación atmosférica que sufre la ciudad en las últimas semanas, denunciada por el PSOE, IU y los grupos ecologistas. Ruiz-Gallardón pidió "serenidad y rigor" a los ciudadanos a la hora de valorar la calidad del aire que respiran.

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Los niveles más preocupantes se han dado en las mediciones del nivel de partículas en suspensión durante los últimos 17 días. En este periodo, la capital ha superado ya en siete ocasiones los valores máximos recomendados por la Unión Europea (50 microgramos por metro cúbico al día). La autoridades europeas establecen que no se debe rebasar esta cifra más de 35 veces al año. En 2004 se superó en 19 ocasiones el máximo permitido, fijado entonces en 55 microgramos por metro cúbico al día.

El pasado día 13, jueves, fue el peor de este inicio de año. Las partículas en suspensión alcanzaron los 98 microgramos por metro cúbico. El umbral de aviso a la población recogido en la ordenanza de Protección del Medio Ambiente está en 125 microgramos por metro cúbico en 24 horas, mientras que el de alerta está en 150 microgramos.

En cuanto a la concentración de dióxido de nitrógeno, el peor día fue también ese jueves, cuando se registró una medición de 133 microgramos. La UE no activa la alerta hasta los 400 microgramos por metro cúbico durante tres horas consecutivas y en un radio de 100 kilómetros cuadrados. La ordenanza municipal establece el umbral de aviso a la población en 300 microgramos en una hora.

El alcalde admite que los niveles de polución han aumentado, pero asegura que la situación está controlada. Según Ruiz-Gallardón, "el seguimiento y control se hace en continuo y diariamente a través de las 27 estaciones de vigilancia municipales repartidas por la capital". "Se está midiendo tres veces más de lo que establece la normativa europea sobre la materia. La información obtenida es difundida en tiempo real a través de la web municipal [www.mambiente.munimadrid.es]", subraya.

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Según el alcalde, "en ningún momento se han superado ni los umbrales de información pública ni los más alejados de alerta atmosférica establecidos en la legislación vigente". Y agrega: "Es desde la serenidad, el rigor y la responsabilidad desde donde debemos analizar esta situación eventual, que aún ni siquiera ha llegado a los límites legales previstos".

"Desde esa serenidad trabaja el Ayuntamiento. Controlando la calidad del aire, informando puntualmente a los ciudadanos y, por supuesto, teniendo previstas las iniciativas protocolizadas por la normativa reguladora en el hipotético supuesto de que se alcanzasen los escenarios previstos en la misma", concluye Ruiz-Gallardón.Un portavoz de la Concejalía de Medio Ambiente explicó ayer que la calidad del aire en Madrid "ha empeorado" en lo que va de año por causas coyunturales. La falta de lluvia y de viento de las últimas semanas ha provocado una situación que se conoce como "inversión térmica". Este fenómeno hace que el aire frío de las capas bajas tope con otro aire más caliente que está en las capas altas, con lo que se produce un fenómeno conocido como boina, que hace que la contaminación no se disperse.

Esta situación meteorológica, que no está previsto que cambie hasta dentro de dos o tres días, ha hecho que los niveles de contaminación se hayan elevado. El pasado día 13 fue el peor para la ciudad, si bien en ningún caso, según la concejalía, se han alcanzado límites que obliguen a tomar medidas. "Se está cumpliendo a rajatabla la directiva europea (real decreto 1073/2002) y la ordenanza municipal. Éstas indican que no estamos ante la situación de adoptar medidas disuasorias en el tráfico o restricciones, por ejemplo, en las calefacciones", dice el portavoz municipal.

Cada día hay cuatro millones de desplazamientos en coche por la ciudad, y un millón de entradas y salidas de la capital en coche. De ese millón de automóviles, 500.000 son de conductores que viven fuera de la capital. Las cifras facilitadas ayer por el Ayuntamiento permiten comprobar que el tráfico es uno de los grandes problemas medioambientales de Madrid y la causa de que la situación se agrave.

Los coches, el gran problema

Para disminuir la contaminación de la ciudad hay que disminuir, por tanto, los niveles de tráfico. En eso están de acuerdo los tres partidos políticos representados en el Ayuntamiento (PP, PSOE e IU) y los expertos consultados. En los próximos días, el alcalde presentará un plan para mejorar la calidad del aire que baraja restringir el tráfico en algunas zonas. Este plan intentará ser consensuado con la oposición.

Desde el año pasado, la Concejalía de Seguridad ha restringido el tráfico en la Casa de Campo, paseo de Camoens, Dehesa de la Villa y barrio de Las Letras. Pero estos cuatro ejemplos son sólo los primeros. El Ayuntamiento planea ampliar las zonas vetadas al coche.

Además de los cortes directos, hay otros elementos disuasorios que están siendo estudiados, tales como gravámenes a los conductores. El ejemplo del peaje de entrada a la ciudad de Londres adoptado por el alcalde de esa ciudad, Ken Livingstone, es otra de las posibilidades. También se estudia seguir encareciendo el aparcamiento en las calles reguladas por parquímetros.

"La apuesta de Alberto Ruiz- Gallardón por el transporte público es rotunda", aseguró ayer un portavoz municipal. "Ya lo hizo siendo presidente de la Comunidad. El alcalde es un claro defensor de este medio de transporte. Desde el Ayuntamiento se impulsarán campañas educativas para que los madrileños disminuyan el uso del vehículo privado".

Para complementar estas medidas restrictivas, el Ayuntamiento aumentará además la construcción de aparcamientos disuasorios cerca de estaciones de tren y autobús, fomentará el uso de combustibles menos contaminantes en los autobuses de la EMT y subvencionará a los taxistas para que vuelvan a utilizar coches que se muevan por gas, que es un elemento menos contaminante.

Otra de las asignaturas pendientes es la total eliminación de las calderas de carbón que producen mucha contaminación, a diferencia del gas natural. Según la Concejalía de Medio Ambiente, aún hay en funcionamiento 2.000 calderas de carbón en la ciudad. El Ayuntamiento ha invertido 34 millones de euros en subvencionar su retirada en los últimos años. "Nunca vamos a jugar con la salud de los ciudadanos. Y se tomarán medidas si fuera necesario", advirtió ayer un portavoz de Medio Ambiente. "Pero no hemos llegado a una situación que exija adoptar restricciones. Si lo hiciéramos, caeríamos en la ilegalidad y nos expondríamos a denuncias", agregó.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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