Educación invertirá 36 millones de euros en reorganizar y modernizar la formación del profesorado hasta 2008

El Departamento de Educación quiere actualizar la formación permanente del profesorado para que se adapten a las nuevas necesidades educativas, y para ello va a invertir 36 millones en los próximos cuatro años. Para empezar, la Administración unificará la oferta educativa, cambiará el sistema de gestión e introducirá herramientas de evaluación de los cursos efectuados por los docentes. Educación, además, quiere profesionalizar más la labor de los formadores, que a su vez son docentes en escuelas e institutos, y les reducirá el número de horas lectivas para que puedan preparar mejor los cursos destinados a sus compañeros.

La consejera Marta Cid reconoció ayer que la oferta actual "es dispersa, no siempre de suficiente calidad y con escasa incidencia en la práctica docente en el aula". Cid explicó que a lo largo de este 2005 se invertirán 10,5 millones de euros -el 40% más que el año pasado-, se ofertarán más de 120.000 plazas en distintos cursos e informó que cada año el 60% del profesorado sigue diferentes cursos de formación y reciclaje.

Nuevas metodologías

El Plan de Formación Permanente de profesorado, presentado ayer, tiene dos grandes líneas de trabajo: ofrecer las herramientas necesarias para tratar la diversidad del alumnado y reforzar con metodologías de enseñanza más novedosas las áreas en las que los estudiantes catalanes presentan preparación más floja, como son las matemáticas, idioma extranjero y la comprensión lectora. Cid resaltó ayer que "la clave" para mejorar la calidad del sistema educativo pasa por los docentes, y que, para ello, es necesario actualizar su formación. Según Cid, el plan revertirá "en el conjunto del sistema", ya que la formación del profesorado se concibe como "un instrumento de mejora cualitativa".

El plan también va a reforzar la formación de los profesores en Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y prevé la puesta en marcha de medidas de prevención del estrés, enfermedades crónicas y mejora de la autoestima, una vieja reivindicación del colectivo.

Otra de las novedades es que el conjunto de medidas se someterán a una evaluación tras un periodo de uno o dos años de aplicación para comprobar su incidencia y eficacia. No obstante, Blai Gasol, director general de Ordenación e Innovación Educativa, aclaró que esta iniciativa no busca presionar a los centros, sino que quiere "optimizar recursos y, sobre todo, poder diseñar e introducir elementos correctores" en las escuelas e institutos para mejorar.

Además de actualizar la formación permanente, Educación y el Departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información (DURSI) han puesto en marcha una comisión de trabajo para modificar a su vez la formación inicial, que se mantiene prácticamentre inmutable desde la Ley general de Educación de 1970. En las próximas semanas, Cid se reunirá con el consejero del DURSI, Carles Solà, para hablar de la renovación de estos cursos y para reforzar el papel de los institutos de Ciencias de la Educación.