La carrera de órdagos de Sacyr

"Sacyr Vallehermoso no ha cambiado sus prioridades estratégicas", señalan fuentes del quinto grupo español constructor y de servicios, "con la compra de acciones del BBVA". Sacyr, que acaba de retornar al Ibex 35 y que cotiza también desde hace unos meses en la Bolsa de Lisboa, tiene en marcha un plan estratégico que prevé inversiones por un total de 2.400 millones de euros en cuatro años, la mayor parte en servicios y en concesiones, con el objetivo de diversificar su actividad y lograr tasas de crecimiento anual del 12% en su cifra de negocios. Pretende también ampliar su diversificación geográfica en Latinoamérica y Europa.

La empresa negoció también hasta fecha reciente su entrada en el capital de Impregilo, el primer grupo de construcción y medio ambiente de Italia

Sacyr no ha parado de correr desde la entrada en su capital del financiero Juan Abelló, en 2001, y sobre todo desde la compra y posterior fusión con Vallehermoso, la primera inmobiliaria española, un año después.

Primero fue la compra de la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), en plena digestión de su fusión con Vallehermoso, por 1.621,68 millones de euros, que le supuso un aumento del 70% en su endeudamiento. Los ingresos que ENA generará a lo largo de la vida de sus concesiones ascenderán a 25.800 millones de euros y la tasa de retorno sobre el capital invertido será del 10%, segun fuentes de la constructora. En 2010, la aportación de ENA al resultado neto de Sacyr Vallehermoso ascenderá a 45 millones.

Después, el pasado verano, Sacyr Vallehermoso afrontó la adquisición de la práctica totalidad del capital de Somague, el mayor grupo constructor de Portugal, mediante una ampliación de capital y un canje de acciones, y su posterior integración orgánica que aún no ha concluido.

En el último año, además, se ha producido un relevo en la presidencia de Sacyr Vallehermoso. José Manuel Loureda, que ha cumplido 65 años, ha sido sustituido en el cargo por el vicepresidente y también fundador de la constructora Luis del Rivero. Y la junta general de accionistas del grupo aprobó eliminar medidas de blindaje que figuraban en sus estatutos. Se suprimió, en concreto, el requisito de contar con una mayoría reforzada del 70% del capital para la aprobación de una integración con otra empresa o de una fusión.

Voracidad insaciable

Vallehermoso, ENA y Somague, sin embargo, no han saciado el apetito de Sacyr. De hecho, tras el verano mantuvo conversaciones con los propietarios de Impregilo, la familia Romiti, en torno a su posible entrada en el capital del primer grupo italiano del sector de la construcción y el medio ambiente. Unas conversaciones que, por suerte para Sacyr, se rompieron semanas antes de que los jueces ordenanran un registro a fondo en la sede de Impregilo por presuntos delitos económicos.

Y como guinda, antes de abordar el actual órdago sobre el BBVA, su ofrecimiento de hace unos meses a Esther Koplowitz, no atendido por ésta, para ayudarla a resolver su divorcio con la francesa Veolia en FCC.

Todas estas operaciones, sin embargo, tienen una lógica clara, a juicio de los analistas, y encajan con su estrategia de crecimiento y divesificación de actividades y de mercados. Más les desconcierta su empecinamiento por entrar en el consejo del BBVA, aunque fuentes de Sacyr recuerdan que constructoras y banca siempre han estado juntas en este país y citan los ejemplos de Agroman y Banesto y de Dragados y Banco Central.

En concreto, segun los analistas, la compra de Somague les abre posibilidades de negocio en construcción, infraestructuras y concesiones no sólo en Portugal sino también en Brasil. Y en Italia, aún sin intercambio de acciones con Impregilo, Sacyr se ha hecho ya con dos. A través de la sociedad SIS, en la que tiene un 60% de su capital, Sacyr se ha adjudicado un contrato de 99,86 millones de euros para la construcción de un tramo de carretera en la provincia de Turín y con otro de 665 millones de euros para el desdoblameniento de una línea ferroviaria en Palermo, en Sicilia. El grupo español está preclasificado, además, en el concurso para la construcción del puente de Messina con un presupuesto de 4.400 millones.

El plan estratégico de Sacyr Vallehermoso destina prácticamente el 50% de la inversión prevista a la adquisición de nuevas concesiones de infraestructuras, tanto en España como en el exterior.

El plan estratégico destina otros 600 millones al desarrollo del área de servicios mediante la entrada en nuevos negocios, como el handling (servicios aeroportuarios en tierra) o los servicios medioambientales, sin descartar la adquisición de empresas que los presten. Se trata de disminuir la participación relativa de las actividades de construcción y promoción, que tambien está previsto que crezcan en el cuatrienio, en la facturación total del grupo. La división de promoción, en concreto, acaba de hacer público que aumentó en un 14% sus ventas anuales de viviendas en 2004 y en un 22% el volumen de negocio.

Sacyr Vallehermoso, según las últimas cifras hechas públicas, incrementó tan solo en un 0,5% su resultado neto atribuible en los nueve primeros meses de 2004, pero con unos menores beneficios extraordinarios que en igual periodo de 2003. De hecho, su resultado ordinario creció un 63,8%. A septiembre, el valor de los activos totales del grupo ascendía a 12.522,6 millones de euros y la deuda corporativa consolidada a 1.173 millones de euros. La deuda total ronda los 7.000 millones, pero está atribuida y respaldada en su mayor parte por las distintas filiales y sus respectivos activos.