Un nuevo cuerpo policial para requisar armas

Las autoridades palestinas han decidido crear una nueva fuerza policial, cuyo objetivo principal será el de requisar las armas ilegales. La operación la encabezará el general Abdelzarrak al Majaida, que dirigirá una fuerza de 250 hombres, a la que posteriormente se le sumarán otros 500 efectivos. El militar precisó que esta fuerza no se utilizará para luchar contra "la resistencia armada" ni contra los "grupos que lideran la Intifada" desde hace cuatro años.

La creación de este nuevo cuerpo policial se contradice con las últimas declaraciones del presidente palestino electo, Abu Mazen, que había anunciado su intención de acabar con la proliferación de los cuerpos de seguridad, fusionarlos en tres instituciones y poner fin a las rivalidades entre los líderes militares.

En esta misma línea, Abu Mazen había forzado en los últimos días la "reconciliación" entre los dos caudillos militares más importantes de la franja de Gaza y Cisjordania, los coroneles Jibril Rajub y Mohamed Dahlan, a los que obligó a firmar un pacto de paz y abrazarse. Tras este acto teatral, Rajub presentó su dimisión como asesor de seguridad de la cúpula policial palestina y dejó el camino libre para que Dahlan pudiese convertirse en el futuro ministro del Interior del primer Gobierno del presidente Abu Mazen, que será hecho público la próxima semana.

Pero, al margen de las polémicas, la requisa de armas de los grupos radicales palestinos supone el cumplimiento de uno de los puntos más difíciles de la Hoja de Ruta, el plan de paz diseñado por la comunidad internacional e impulsado por EE UU. Las autoridades palestinas, con la ayuda de la Unión Europea, ensayaron hace cinco años, aunque sin éxito, el desarme de las milicias utilizando para ello la experiencia de los servicios de seguridad españoles, que habían logrado el desarme de grupos radicales en algunos países de Latinoamérica.