Impacto profundo
EE UU lanza hoy la nave 'Deep Impact', que estrellará un proyectil contra el cometa Tempel 1 para descubrir sus misterios
Hacer un agujero en un cometa a unos 130 millones de kilómetros de la Tierra es el objetivo de la sonda que la NASA tiene previsto lanzar hoy desde Cabo Cañaveral, en Florida. Con el nombre de Deep Impact (Impacto Profundo), la singular nave alcanzará el cometa Tempel 1 el 4 de julio próximo y le disparará un proyectil para obtener información sobre la composición de este cuerpo celeste, considerado una bola de nieve sucia.
La misión Deep Impact es la primera de su tipo que se intenta y ha supuesto realizar complicados cálculos para conseguir que proyectil y cometa se encuentren cuando viajen a una velocidad relativa de 37.000 kilómetros por hora. Los diseñadores de la misión creen que los efectos del impacto serán visibles para los telescopios espaciales y también para los terrestres. El tamaño del cráter y la cantidad y forma del material eyectado tras el choque darán pistas sobre la composición de los planetas, cuerpos celestes tan antiguos como el Sistema Solar.
El proyectil está diseñado para llegar al núcleo del pequeño cometa, que tiene forma de patata alargada y mide unos 8,8 kilómetros de largo por 3,2 de ancho. Es un típico cometa de período corto, que migró desde el cinturón de Kuiper, situado más allá de Plutón y ahora da una vuelta alrededor del Sol cada 5 años y medio, entre las órbitas de Marte y Júpiter, han señalado los astrofísicos que participan en la misión. Se cree que está formado por compuestos de carbono e hidrógeno, material rocoso y hielo de agua.
"Creemos que es una pila de basura que se mantiene unida fundamentalmente por la gravedad", ha comentado a Reuters el astrofísico Dons Yeomans. "Si es así, el proyectil hará un cráter relativamente poco profundo pero espectacular, como un estadio de béisbol". Sin embargo, explica Yeomans, si el cometa es una bola dura de hielo, el cráter será más profundo pero no tan grande, y si está formado por hielo esponjoso u otro material menos denso, se comportará como la gomaespuma y el proyectil quedará embutido en él sin apenas dejar marca.
La nave lleva dos telescopios para afinar su aproximación al cometa y el proyectil que lanzará pesa 400 kilogramos, porta una batería de 250 amperios y está equipado con pequeños cohetes y sensores para mantener el rumbo hacia su objetivo. La zona de impacto es una esfera de cobre, para que no reaccione con el agua. El impacto, aunque fuera espectacular, no producirá efectos apreciables en el cometa, pero sí destruirá el proyectil. "Será como una mosca que se estrelle contra el parabrisas de un camión de 18 ruedas", aseguró Yeomans.
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