La energía en los tejados
Un estudio reciente apuntaba que la energía renovable más potenciada en España es la eólica, muy por encima de la solar. Ese mismo estudio ponía de manifiesto que a pesar de que somos el país del sol, es otro país, Alemania, el que nos supera en placas solares y en investigación sobre la energía proveniente del astro rey.
En España, lejos de reaccionar y encauzar el tema, continuamos proyectando -bajo el barniz ecológico de la limpieza de las energías- la creación de más parques eólicos. Incluso, se ha llegado a hablar de la creación de parques marítimos, que, además del impacto sobre nuestros paisajes montañosos, supondrán -si nadie lo remedia- la profanación de la última estampa virgen que nos queda al mundo "civilizado": el horizonte marítimo. Y es que las desventajas de la energía que nos viene del viento son preferibles al auténtico peligro de la energía solar, que no es otro que la autosuficiencia. ¿Qué pasaría si cada uno de nosotros pudiéramos solucionar nuestras propias necesidades energéticas poniendo una placa solar en lo alto de nuestros tejados? ¿Cuál sería la reacción de los grandes grupos del sector energético? ¿Quién perdería y quién ganaría realmente? Así pues, si todos nos diéramos cuenta de las ventajas del autoabastecimiento y de la estafa que supone la externalización de esta feroz y ciega economía de mercado, ¿hasta dónde podríamos llegar?
Más vale la pena que nos quedemos sin conocer la respuesta. Así que, silencio y mantengamos el secreto. Mejor continuar bien "atados" al recibo de la luz que genera la central nuclear o el parque eólico, y siempre bien lejos de nuestros tejados.
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