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Londres propone un Plan Marshall para los países más pobres

El plan incluye el alivio de la deuda y ventajas comerciales

El Reino Unido propuso ayer a través de su ministro del Tesoro, Gordon Brown, "forjar un nuevo Plan Marshall para el mundo en desarrollo". La idea no es consecuencia del tsunami en el sureste asiático, sino el núcleo de la batalla que Londres quiere librar desde la presidencia del G-8 en favor de los países más pobres. El plan tiene tres patas: una moratoria total de la deuda externa de los países más necesitados, doblar en 10 años la ayuda mundial al desarrollo y favorecer a esos países en la próxima ronda comercial mundial.

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Brown lanzó su propuesta durante una esperada intervención en Edimburgo en la que confirmó que, en paralelo, propondrá la semana que viene una moratoria de la deuda de los países afectados por el tsunami y en particular la condonación de la deuda de Sri Lanka con las instituciones multilaterales. El Reino Unido, dijo, correrá con el 10% de esa deuda.

El maremoto ha obligado al Gobierno británico a incluir este problema entre sus prioridades para la presidencia anual del grupo de los ocho países más ricos del planeta, oscureciendo su objetivo de centrarse en la lucha contra la pobreza en África y el cambio climático. Lo que iba a ser un plan para África se ha convertido en un plan para todos los países en desarrollo, o al menos los más necesitados. "La urgencia y la escala de la agenda que voy a proponer para aliviar la deuda, para conseguir nuevos fondos de ayuda al desarrollo y por un comercio justo es ahora aún más evidente", admitió Brown. "Vivimos en un universo moral", proclamó. Un mundo en el que ya nadie es extraño a nadie porque lo que ocurre en un punto del globo afecta a gentes que viven a miles de kilómetros de distancia.

Prosperidad

El ministro del Tesoro evocó el razonamiento que en 1948 llevó al general Marshall, secretario de Estado norteamericano, a convertir en un vasto programa de ayuda al desarrollo de media Europa lo que en principio iba a ser ayuda puntual para la reconstrucción de dos países. "El plan Marshall, y su transferencia de riqueza sin paralelo, no sólo hizo posible la reconstrucción de Europa sino la renovación del comercio mundial y de una generación de prosperidad para los dos continentes", recordó Brown. "Los profundos retos que afrontamos hoy, en un mundo muy diferente, hacen necesario una respuesta compartida semejante a aquélla: amplia, incluyente, un ataque a las causas fundamentales de la pobreza, con una oferta de apoyo sin precedentes desde los países más ricos".

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"Nuestro Gobierno", explicó solemne, "llama a todos los países a unirse a nosotros para acordar tres elementos esenciales para un nuevo plan de desarrollo en 2005: primero, que demos el histórico paso de acordar una moratoria total de la deuda de los países con más dificultades; segundo, que seamos capaces de conseguir que por primera vez en la historia la próxima ronda comercial beneficie a los países más pobres y garantice que éstos tendrán la capacidad de beneficiarse del nuevo comercio; y tercero, que -al tiempo que fijamos calendarios para incrementar la ayuda al desarrollo hasta el 0,7% del PNB- pongamos en marcha una nuevo organismo financiero internacional para ofrecer ayuda a largo plazo de manera inmediata".

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