Sólo 50 de los 250 ayuntamientos vascos abren el año con el presupuesto aprobado
La alaveVitoria, San Sebastián y la Diputación de Álava ejecutan ya la prórroga de 2004sa es la única de las tres diputaciones que no ha aprobado sus cuentas para 2005
La Diputación de Álava y cerca de 200 de los 250 ayuntamientos vascos, entre ellos los de San Sebastián y Vitoria, inician el nuevo año sin unos presupuestos aprobados. Las principales instituciones gobernadas por los nacionalistas (el Gobierno, las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa y el Ayuntamiento de Bilbao) dispondrán de las cuentas en 2005 sin recurrir a la prórroga, como era práctica habitual en el pasado mandato. En el caso del Gobierno, el polémico fallo en el voto de una parlamentaria del PSE posibilitó la aprobación del Presupuesto en el Parlamento de Vitoria.
La ilegalización de Batasuna ha permitido a los nacionalistas formar gobiernos cómodos y aprobar sin contratiempos sus presupuestos, en contra de lo que sucedió entre 1999 y 2003, cuando la llamada izquierda abertzale aún formaba parte de las institucionales forales y locales. Los problemas se han trasladado a las instituciones dirigidas por el PP y el PSE, una vez rotos los pactos que les unían en la anterior legislatura, abocadas ahora al mecanismo de la prórroga.
El Gobierno logró la aprobación del Presupuesto la pasada semana, pero no sólo gracias a los pactos logrados por el tripartito, sino a la discutida interpretación del Reglamento por el presidente de la Cámara, el peneuvista Juan María Atutxa. Si hace dos años fue el retraso del popular Jaime Mayor Oreja en llegar a la votación lo que facilitó la aprobación de las cuentas, el día 28 el motivo fue la imposibilidad de que la parlamentaria socialista Irene Novales pudiera votar mediante el sistema electrónico, acompañada de la negativa de Atutxa a repetir la votación.
El Gobiernode Ibarretxe contaba con un voto adicional merced al pacto con la representante de UA, Enriqueta Benito, a cambio de inversiones en infraestructuras en Álava que están condicionadas a proyectos de los ejecutivos foral alavés y central. El presupuesto ratificado asciende a 7.117 millones de euros, que supone un incremento del 6,8% respecto al ejercicio pasado.
División municipal
Bilbao gozará por segundo año de estabilidad presupuestaria merced al gobierno tripartito de PNV, EA y Ezker Batua, que colocan al alcalde, Iñaki Azkuna, en una situación que no conoció en todo el pasado mandato, cuando tuvo que gobernar cuatro años con presupuestos prorrogados. En esta ocasión ha contado además con la abstención del PP, gracias a la aprobación de varias enmiendas, con lo que sólo el PSE votó en contra. La capital vizcaína tendrá una partida global de 415 millones de euros, un 5,5% de aumento en comparación a 2004.
En San Sebastián y Vitoria, ocurre lo contrario. La capital donostiarra entra en el año con prórroga presupuestaria por segundo ejercicio consecutivo. La prórroga fue firmada por el alcalde, el socialista Odón Elorza, el pasado 20 de diciembre. Pese a ello, el primer edil se muestra confiado en cerrar un pacto para aprobar en primavera las cuentas de este ejercicio. Las relaciones con el PP, grupo con el que el pasado mandato mantuvo un acuerdo de gobierno, se han deteriorado en los últimos años y el acercamiento es ahora imposible. Con el PNV ha habido escarceos pero sin alcanzar un compromiso concreto. La otra opción es un acuerdo con EA, que ha formado su grupo propio, y Ezker Batua. Probablemente las elecciones autonómicas, la próxima primavera, clarificarán el mapa político vasco.
En Vitoria, su alcalde, el popular Alfonso Alonso, está en una encrucijada similar. Aunque las cuentas todavía no se han llevado al pleno -por lo que ya están en prórroga-, los socialistas han presentado una enmienda a la totalidad, lo que anticipan ya que Alonso no conseguirá ningún apoyo. En años anteriores logró aprobar los presupuestos con el apoyo de los socialistas alaveses.
En los otros 247 municipios vascos, las cuentas no se aprobaron mayoritariamente antes del 31 de diciembre. Pero ésta es una práctica habitual, que se debe más a las demoras en los trámites de cada ayuntamiento que a la falta de apoyos políticos. Según los datos aportados por las diputaciones, que controlan la aprobación de las cuentas en los municipios, alrededor de 200 localidades no han ratificado todavía sus presupuestos.
Los pueblos
En Vizcaya, una veintena de localidades tiene disponible la herramienta fundamental para la gestión municipal, una cifra superior a ejercicios anteriores, que suele rondar la quincena. La mayoría son consistorios pequeños, salvo los casos de Bilbao, Durango, Erandio, Galdakao o Basauri.
En Guipúzcoa, diez pueblos han realizado este trámite en sus plenos, una cifra también ligeramente superior al pasado ejercicio (hubo siete), entre los que destacan Hernani, Rentería, Zumarraga, Lasarte-Oria o Azkoitia.
Otra veintena de los 51 municipios alaveses ha aprobado en sus plenos las cuentas -frente a los 14 que lo hicieron antes de concluir 2003-, aunque fuentes de la Diputación de Álava señalan que otro buen número lo ratificará durante este mes de enero. "De los 51 son muy pocos los que no aprueban sus presupuestos cada año". Entre los pendientes, además de Vitoria, se encuentran los de mayor población, como Llodio, Salvatierra o Amurrio.
Estabilidad nacionalista
En Vizcaya y Guipúzcoa no han necesitado de ninguna carambola para disponer de la principal herramienta de gobierno: los presupuestos. La mayoría absoluta de PNV y EA en las dos diputaciones les permite gestionar las cuentas a su medida. Pero en este ejercicio la actitud en ambos territorios ha sido distinta. En Vizcaya no se ha aceptado ninguna de las 317 enmiendas de la oposición y no ha habido ningún contacto previo para dar luz verde a los presupuestos, que suponen un gasto neto de 945 millones de euros, un aumento del 6,6% respecto a 2004.
En cambio, en Guipúzcoa la coalición nacionalista ha asumido 43 enmiendas de la oposición, básicamente de carácter social, por valor de 4,5 millones, lo que le ha valido la abstención de Ezker Batua y Aralar. Populares y socialistas han mantenido su rechazo. Para este año, el presupuesto operativo de la Diputación de Guipúzcoa es de 641,1 millones de euros, un 8,3% más que el pasado ejercicio.
Álava será de nuevo la excepción de las tres diputaciones. Las deterioradas relaciones entre PP y PSE se mantienen e impiden cualquier consenso, tal y como ocurrió en años anteriores. La oposición devolvió al Gobierno hace dos semanas el proyecto presupuestario, que contemplaba un monto total disponible de 372 millones de euros. El debate fue un acto de censura no sólo al documento, sino al talante negociador del equipo del diputado general, Ramón Rabanera, y a su gestión.
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