Hollywood promete un 2005 a lo grande

El año 2004 se despide con un total de 267 películas dispuestas a competir en una nueva edición de los Oscar. El balance ha sido mediocre entre la crítica, pero en la taquilla no hay quejas con fenómenos como el de La pasión de Cristo, la obra de Mel Gibson que rebasó los 370 millones de dólares con la historia más veces contada, o el filme de Michael Moore Fahrenheit 9/11, que también hizo saltar a la banca, al menos en el campo de los documentales, un genero que nunca había soñado con superar la marca de los 100 millones de dólares en la taquilla. Y eso hablando únicamente de la recaudación en Estados Unidos.

Con estas cifras como punto de partida, no es de extrañar que Hollywood quiera doblar su apuesta en la pantalla para 2005, en el que todo vendrá a lo grande, con la última entrega de la serie de La guerra de las galaxias en puertas, un mundo al borde de la destrucción en la nueva versión de La guerra de los mundos y el regreso del mono más grande de la historia del cine con el esperado estreno de King Kong, de la mano de Peter Jackson.

Peter Jackson se adentra en los misterios de una isla perdida cerca de Sumatra en pos de la leyenda de un mono gigante llamado 'King Kong'

Éstos son los tres títulos más esperados y que, con toda probabilidad, dominarán la taquilla. Una espera que, en el caso de la saga galáctica, ha tenido a sus seguidores en ciernes desde 1977, año en el que se estrenó la primera entrega, o capítulo cuarto, del que pasaría a ser el mayor fenómeno del cine contemporáneo. La guerra de las galaxias, episodio 3: la venganza de los Sith concluirá la obra de George Lucas, con una película donde el final es de todos conocido, con el joven Anakin (Hayden Christensen) seducido por el lado oscuro de la fuerza y padre de los hermanos Luke y Leia. Sin embargo, la incógnita continúa sobre el resto de una trama que Lucas intenta guardar con todo secreto hasta el estreno mundial del filme el próximo mayo.

Tampoco es que se sepa mucho de la nueva producción de su amigo Steven Spielberg, La guerra de los mundos, además de una fecha de estreno mundial, el 29 de junio, y un reparto estelar que encabeza Tom Cruise y al que acompañan Tim Robbins, Miranda Otto y la pequeña Dakota Fanning. Sobre la trama, tampoco hay muchas dudas: una invasión alienígena inmortalizada en la radio por Orson Welles. La sorpresa pueden ser los efectos visuales, un área en la que Spielberg ha demostrado durante años su conocimiento.

Aun así, 2005 lleva camino de ser recordado como el año del mono. Peter Jackson ha dejado atrás a los pequeños hobbits que le acompañaron durante las tres partes de El señor de los anillos para adentrarse en los misterios de una isla perdida cerca de Sumatra en pos de la leyenda de un mono gigante llamado King Kong. Una leyenda llevada por primera vez a la pantalla en 1933 y de nuevo, con menos éxito, en 1976, pero que en esta ocasión tiene a todos intrigados no sólo por el secretismo que rodea el rodaje, sino por la pasión y habilidad demostrada por Jackson cuando trabaja en un proyecto que ama. Y King Kong es uno de ellos. "Lo que más me interesa de King Kong es tratar el mito como si se tratara de una realidad. No es una fantasía, es historia. Es lo mismo que hicimos con Tolkien y que ahora queremos hacer con Kong", afirmó el director de un remake por el que ha conseguido un sueldo de 20 millones de dólares. Junto a él, la australiana Naomi Watts, Adrien Brody y Jack Black le ayudarán a hacer la historia que quiere con un mono que, por supuesto, será producto de su propia casa de efectos especiales, Weta.

Brody hará doblete este año gracias a su trabajo en The jacket, un filme que atará de pies y manos en una chaqueta de fuerza al ganador del Oscar por El pianista. Filme de suspense con algo de paranormal donde la presencia de Keira Knightley le hará poner los pies en el suelo mientras la de Jennifer Jason Leigh le hará ahondar aún más en la locura a este veterano de la guerra del Golfo acusado de asesinato y en una carrera contra el tiempo para evitar su ejecución. A las órdenes de Sydney Pollack, otra ganadora del Oscar, Nicole Kidman, protagonizará otro de los esperados thrillers del año, The interpreter. Un filme de intrigas políticas cuya trama transcurre en la sede de las Naciones Unidas. Lord of war, protagonizada por Nicolas Cage, también le quiere dar un trasfondo realista, como el del tráfico de armas, a una historia de aventuras rodada en Suráfrica que dirige Andrew Niccol. "Es un país increíble en el que tienes sin esfuerzo localizaciones que te trasladan a Manhattan; otro rincón puede ser Ucrania, y luego convertirse en Liberia. Todo esto por mucho menos dinero. No me extraña que DreamWorks esté pensando en construir allí un estudio", admite Cage, que en este filme también ha asumido las tareas del productor.

Un año en el que no podían faltar las segundas partes, como la de La máscara del Zorro, titulada La leyenda del Zorro, que ha vuelto a reunir a Antonio Banderas y a Catherine Zeta-Jones, esta vez en igualdad de condiciones como estrellas. También regresará a las pantallas la saga de Batman, ahora bajo un nuevo barniz. Se trata de Batman begins, donde el hombre murciélago vuelve a sus orígenes, ahora con el cuerpo de Christian Bale y a las órdenes de Christopher Nolan, otro estreno veraniego que completa un reparto de estrellas como Michael Caine, Liam Neeson, Morgan Freeman y Gary Oldman.

Y ya puestos en el campo de los superhéroes, la mediocridad de Daredevil ha dado paso a un nuevo filme inspirado en su heroína, Elektra, papel que vuelve a interpretar Jennifer Garner y donde la acompañan Terence Stamp y Goran Visnjic. Un año que será muy animado, a juzgar por los numerosos filmes de animación pendientes de estreno. Eso sí, a excepción de la película japonesa de dibujos animados How'l moving castle, de Hayao Miyazaki, el autor de La princesa Mononoke y El viaje de Chihiro, el resto de la producción será digital.

Los estudios Disney debutarán en solitario en el campo de la animación 3D con Chicken little, una historia que transcurre en el mundo animal, donde un pollito no hace más que cometer equivocaciones. Un filme con el que Disney quiere dejar atrás los errores digitales de Dinosaurio y comenzar una nueva carrera ahora que su asociación con Pixar está a punto de finalizar. La despedida llegará con Cars, una nueva película de John Lasseter que transcurre enteramente en el mundo del automóvil, con la voz de Paul Newman entre sus protagonistas.

Y sus rivales, los estudios DreamWorks, contraatacarán con una especie de La isla de los famosos pero en animación, y donde un grupo de animales del zoo de Nueva York tiene que sobrevivir en Madagascar. En el caso de los creadores de La edad de hielo, trasladan este año al público a un mundo de robots, mientras que Nick Park, creador de Wallace y Gromit, proporcionará el primer largometraje de estos personajes de plastilina ganadores de tres oscars.

Un año en el que parece que los únicos que se perderán la fiesta son Michael Moore y Mel Gibson. A menos que Gibson cumpla los rumoreados proyectos de darle una nueva vuelta a su saga más popular, la de Mad Max, y Moore complete antes de tiempo su nuevo documental, Sicko, algo poco probable a juzgar por los problemas que está teniendo con el sector farmacéutico, dispuesto a boicotear sus intentos de denuncia contra el sistema médico en Estados Unidos.