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El Senado aprueba la reforma judicial con el apoyo de todos los grupos, salvo el PP

El PSOE destaca que se amplía el consenso, mientras los populares hablan de atropello

Carlos E. Cué

El Partido Popular se quedó ayer completamente solo en el Senado al oponerse a la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que impulsa el Gobierno con el objetivo de ampliar el consenso necesario en la designación de altos cargos judiciales. Al PP, que está a cuatro votos de la mayoría absoluta en el Senado, le bastaba el apoyo de cualquier grupo para bloquear la ley, pero la reforma quedó definitivamente aprobada por 131 votos frente a 126. El PSOE destacó la "soledad" del PP y éste calificó la reforma como "un atropello a la democracia".

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El debate en el Senado, pese a que se trataba una de las reformas más polémicas del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, comenzó con cierta contención. El ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, explicó la oportunidad de la reforma para "ampliar las bases de acuerdo y consenso en la elección de los jueces, y lograr así una mayor credibilidad de los tribunales" ante los ciudadanos. Se mostró tan moderado que incluso dijo que sería "difícil" argumentar en contra de una ley apoyada por todos los grupos menos el PP. Y amplió su argumentación con toda suerte de ejemplos de doctrina jurídica que, según dijo, avalan la reforma.

El tono moderado del ministro no fue secundado por el portavoz del PP, Agustín Conde, ex alcalde de Toledo, quien nada más comenzar su discurso calificó la reforma como "una desfachatez, una de las tropelías parlamentarias más graves" que se han visto en las Cortes y un "atropello a la democracia", por los motivos que la inspiran, la forma en que ha sido tramitada y su contenido. La reforma modifica la mayoría simple del el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) para designar a los magistrados del Supremo y los presidentes de los Tribunales Superiores de Justicia, que pasa a ser de tres quintos, es decir, 13 de los 21 consejeros.

La intervención de Conde fue subiendo de tono entre los aplausos cerrados de su grupo -estaban todos los senadores populares- y las protestas de los socialistas, que a veces llegaron a abuchear o burlarse del portavoz. El senador reprochó especialmente las "prisas" del Gobierno por aprobar esta ley: en trámite de lectura única, muy poco habitual para una ley orgánica y establecido para que la norma pueda entrar en vigor antes de los próximos nombramientos de enero, de una decena de vacantes por jubilación. La ley se publicara en el BOE previsiblemente la próxima semana.

"Minoría de bloqueo"

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Frente al argumento repetido tanto por el ministro y el PSOE como por el resto de los grupos -todos se mostraron a favor de la reforma-, esto es, que la ley servirá para aumentar el consenso a la hora de la elección de los jueces y evitará la sistemática división en dos bloques del CGPJ, Conde sostuvo ayer que sucederá exactamente lo contrario: que la "minoría socialista" del Consejo se convertirá en una "minoría de bloqueo" para que "no se pueda aprobar nunca nada que no sea acorde con el capricho de Zapatero", a quien atribuyó la inspiración redacción de la norma.

El senador popular presentó ayer a su grupo como el verdadero "defensor de la democracia" porque, según dijo, con ellos en el poder nunca se habrían podido alterar así las reglas del juego. Otros grupos le recordaron que el PP llegó a cambiar artículos clave del Código Penal mediante una enmienda a otra ley en el Senado.

Conde fue abucheado cuando atacó a Zapatero con referencias a sus "descansos", por la anulación de un viaje a Polonia. Incluso tuvo un encontronazo dialéctico con el portavoz del PSOE en materia de Justicia, Arcadio Díaz, por una acusación personal. Éste señaló que, al contrario de lo que dice el PP, la reforma logrará "alejar al CGPJ del control de una mayoría".

Todos los grupos destacaron que la reforma amplía la necesidad de consenso. De hecho, los consejeros conservadores, que son 11, podrían aliarse con el cercano a CiU y otro independiente para llegar a 13 y aprobar algunos nombramientos sin contar con el PSOE.

Precisamente, el senador de CiU Lluís Badia fue el único que no sólo criticó al PP. Además pidió al Gobierno que hiciera un esfuerzo de consenso con el principal grupo de la oposición para no transmitir la imagen de "discrepancia y enfrentamiento" respecto a la justicia.

El portavoz socialista, Joan Lerma (izquierda), con el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar.
El portavoz socialista, Joan Lerma (izquierda), con el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar.EFE

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