Espinosa destaca que el acuerdo pesquero de la UE permite mantener la flota
La ministra de Pesca agradece la colaboración del consejero gallego López Veiga, del PP
España ha logrado para 2005 los objetivos pesqueros que se había marcado conseguir en Bruselas, según la ministra de Agricultura y Pesca, Elena Espinosa. La ministra expresó una "gran satisfacción" porque el acuerdo de la UE sobre capturas para 2005 permite el mantenimiento de las posibilidades de pesca que tiene la flota española. La pesca de anchoa en el Cantábrico seguirá con topes semejantes a los actuales, no se cerrará ninguna de las cinco zonas que pretendía imponer la Comisión en torno a la Península y los planes de recuperación de merluza y cigala permitirán seguir faenando como hasta ahora. Además, España ha visto reconocidos sus derechos históricos en el Atlántico Norte.
La ministra Espinosa comenzó su rueda de prensa para explicar el acuerdo con una batería de agradecimientos. "Gracias de todo corazón" dio al consejero de Pesca de la Xunta de Galicia, Enrique López Veiga, por su aportación al trabajo de la delegación española. También, el presidente Zapatero expresó igual agradecimiento al presidente gallego, Manuel Fraga. E inmediatamente destacó la sensibilidad mostrada por la presidencia holandesa y por la Comisión.
Borg presentó a primeros de mes un plan de acción para 2005 que hubiesen sido demoledoras para el sector pesquero. Las dos principales innovaciones eran: reducir a 5.000 toneladas el máximo de capturas permisible de anchoa en el Cantábrico, frente a las 33.000 de la pasada campaña, y la creación de cinco áreas de veda para la cigala en torno a la península: Cantabria, Asturias, Rías Bajas, Lisboa y Golfo de Cádiz.
España cede volumen de capturas en algunas especies que compensa con incrementos en otras, a la vez que logra también que se le reconozcan derechos históricos en aguas del Atlántico Norte, que permitirá tener cuotas del 77'2% de raya y del 25,3% de palometa.
Entre las reacciones destacan la del Gobierno Vasco, que acusó al Ejecutivo central de "sacrificar" a la pesca vasca en Bruselas, al haber "primado los intereses de intercambio de cuota con Francia, el principal competidor de Euskadi, sin salvaguardar el recurso en niveles sostenibles".
La organización WWF/Adena consideró que en el acuerdo "no se ha mostrado ningún interés en la recuperación de los stocks pesqueros ni en asegurar a largo plazo la industria europea".
