"Comunidad nacional de ciudadanos iguales"
El PSE desgrana en 38 páginas su propuesta de reforma del Estatuto y aboga, como método para el consenso, abrir una mesa con todos los partidos democráticos.
- El Pacto Estatutario. El PSE entiende el Estatuto de Gernika como un "triple pacto" entre Vizcaya, Álava y Guipúzcoa, entre los representantes políticos vascos, y entre éstos y las instituciones del Estado. "En ese momento, por vez primera en la historia, en virtud de la voluntad de los ciudadanos, surge Euskadi como sujeto político, para vertebrar y desarrollar una comunidad nacional de ciudadanos y ciudadanas libres, iguales, abierta a todos, plural, integradora de sentimientos de identidad y de pertenencia diferentes, pero compatibles y no enfrentados entre sí".
"El 'plan Ibarretxe' pretende "imponer una idea y un proyecto radical y rupturista"
- Compromiso con Euskadi. "Siempre hemos querido hacer una sola comunidad. Un solo pueblo de ciudadanos, libres en sus derechos y plural en sus sentimientos identitarios. Un sólo proyecto de país integrado en sus símbolos y referencias y unido en lo fundamental de nuestro destino". Y aseguran que sólo es posible defender ese "proyecto nacional vasco" desde "el mantenimiento de un consenso amplio en materia institucional, social y cultural y que cualquier propuesta que suponga una ruptura del mismo pondrá en grave peligro el proyecto y el país". El PSE critica al PNV por su"deliberado afán de imponer (...) una concepción de Euskadi como nación etnicista y excluyente, en la que para ser ciudadano con los mismos derechos y oportunidades que ellos haya que ser, o convenga ser, nacionalista como ellos".
- Vigencia del Estatuto. Para el PSE, "romper ese pacto estatutario, so pretexto de un falso y supuesto incumplimiento o de una tan falsa y supuesta ineficacia del mismo, para imponer desde un nacionalismo radicalizado al resto de los ciudadanos un proyecto al margen de los valores y de las reglas de la democracia, representa desintegrar el país, volviendo a un enfrentamiento entre ciudadanos, entre territorios y con el Estado del que nada positivo se puede esperar". El documento defiende que el Estatuto "permite la estabilidad política, económica y social como base imprescindible para el desarrollo integral de nuestra comunidad nacional, en unión y colaboración leal con España y con Europa". Mientras que el plan Ibarretxe, pretende "imponer una idea y un proyecto radical y rupturista al conjunto del país", aumenta "la tensión entre los vascos, el enfrentamiento con el resto de los españoles, representa un anacronismo en un marco europeo en pleno proceso de unión política e incorpora un grave riesgo de decadencia económica". El PSE dice que Estatuto es sinónimo de "alto grado de autogobierno", "autonomía política y financiera"y control de los servicios públicos: Educación, Sanidad, Vivienda, Comercio, Industria, Obras públicas, Policía, Medios de comunicación.
- Aspectos negativos del desarrollo estatutario. En este apartado, reconocen el vaciamiento del Estatuto a través de las leyes de bases del Gobierno central o de la falta de competencias en ejecución. Y una "falta de participación suficiente" en la UE. El texto aboga por la lealtad entre las partes y por el reconocimiento de la utilidad del autogobierno.
- Criterios para su actualización. "El actual proceso abierto en España tanto de reforma de la Constitución como de los Estatutos, nos ofrece la oportunidad de proceder a una lectura común, dentro del marco constitucional, tanto de las materias pendientes de desarrollo contenidas en el Estatuto de Gernika, como de aquéllas que permitan reforzar la fijación de políticas propias (...) en el ámbito económico-social".
En Seguridad Social, se defiende la "asunción de la competencia en materia de gasto y a la cogestión del ingreso, sin romper la caja única". Así, Euskadi "podrá organizar y administrar, dentro de su territorio, todos los servicios relacionados con las prestaciones de la Seguridad Social y la gestión de todas las funciones accesorias de las mismas, como la afiliación, altas y bajas. Asimismo, ejercerá la tutela de las instituciones, entidades y fundaciones en materia de Sanidad y Seguridad Social. La legislación básica de estas materias corresponderá al Estado".
En políticas activas y pasivas de empleo, "procede abordar la transferencia en su globalidad" con el criterio de "primar el principio de solidaridad en las prestaciones de desempleo y el de eficacia en el tratamiento de las políticas activas". En materia de ejecución de competencias, el PSE quiere establecer el "principio general" de que "todas las materias, corresponde la comunidad autónoma, salvo cuando haya una reserva expresa en alguna de ellas en favor del Estado". Para el PSE, "todo lo anterior es posible con una lectura compartida de la Constitución, con la aplicación de criterios ya expresados por el Tribunal Constitucional, y mediante un uso decidido del artículo 150.2 de la Constitución".
Además, defiende que Euskadi detente la representación del Estado en la UE "cuando se trate de materias de su competencia", además de que se cree unacomisión bilateral específica Euskadi-Estado para asuntos comunitarios.
Se reconoce el derecho a participar en la elección de los magistrados del Constitucional y de vocales del CGPJ.Pero también en los órganos de dirección del Banco de España, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Instituto de Crédito Oficial, Comisión del Mercado de Telecomunicaciones y demás organismos estatales que regulan materias económicas y sociales relacionadas con sus competencias.
El texto reconoce el "derecho a firmar tratados internacionales en materia de sus competencias exclusivas", según establezca la legislación internacional y estatal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.