Austria se suma a Francia en la convocatoria de un referéndum

Austria será el segundo país de la UE en celebrar un referéndum sobre la adhesión de Turquía después de que ayer el primer ministro austriaco, el conservador Wolfgang Schüssel, anunciara la convocatoria de la consulta antes de la adhesión turca. Viena se suma así a París en pulsar la opinión popular sobre Turquía. Un reciente sondeo indicaba que sólo el 28% de los austriacos favorece la integración turca, que deberá ser ratificada por todos los países de la Unión antes de hacerse realidad.

Austria es el país de Los Veinticinco más hostil a la idea de la adhesión turca, un sentimiento de recelo compartido por la mayoría del espectro político, partidario de ofrecer a Ankara un tipo de acuerdo de asociación distinto a la integración de pleno derecho. Schussel fue el gran valedor de esa tesis entre sus correligionarios del Partido Popular Europeo, donde estuvo encargado de coordinar las variadas propuestas que defendían los distintos partidos con el propósito de presentar un plan B común. La tarea resultó imposible, y al presentar el jueves en Bruselas la propuesta del PPE en la que ya no figuraba la idea de una "asociación privilegiada", Schussel reconoció que personalmente no estaba de acuerdo con la solución planteada.

Tras la cumbre en que ayer se decidió en Bruselas abrir discusiones con Turquía, el primer ministro declaró que "en caso de resultado positivo de las negociaciones, el pueblo será consultado sobre la adhesión". Schussel dijo que la apertura a Turquía es una decisión tan importante que "no debería ser tomada en una torre de marfil".

País con mayor oposición

Austria es el país de la UE donde mayor es la oposición a la integración a Turquía. En Francia son el 67% los contrarios, y en Alemania, el 55%, según un sondeo de Le Figaro. Hace un par de meses, alrededor del 60% de los holandeses manifestaban su repudio a la idea.

El presidente Jacques Chirac anunció el miércoles que los franceses tendrán la última palabra sobre este asunto y que será mediante un referéndum, en parte para tranquilizar a los ciudadanos que deben pronunciarse también en las urnas sobre el futuro Tratado Constitucional europeo. El referéndum francés sobre Turquía será fruto de unas reformas constitucionales que obligarán a tal consulta en cada ocasión en que haya una ampliación.

La integración de Turquía, en el caso de que lleguen a finalizar con bien las negociaciones que se abrirán el 3 de octubre del año próximo, deberá ser ratificada por todos los países de la Unión, por lo que un no en un referéndum paralizará el proceso. Preguntado el holandés Jan Peter Balkenende, presidente de turno de la UE, sobre la decisión austriaca respondió que el proceso negociador va a ser tan largo que muchas cosas pueden cambiar de ahora a entonces.