_
_
_
_
_

El jurado del 'caso Putxet' empieza a deliberar para lograr un veredicto

Los nueve miembros del tribunal popular -ocho hombres y una mujer- empezaron a deliberar en la tarde de ayer sobre la culpabilidad o inocencia de Juan José Pérez Rangel, el acusado del doble crimen cometido en enero de 2003 en un aparcamiento de la calle de Bertran, en el barrio del Putxet de Barcelona. El veredicto podría conocerse en la tarde de hoy o mañana.

La Ley del Jurado fija que cuando terminan las sesiones del juicio se entrega a los miembros del tribunal popular lo que se llama objeto del veredicto, que es una serie de preguntas sencillas acerca de las circunstancias del caso que han sido planteadas en las sesiones del juicio y sobre las que han declarado el acusado, los testigos, la policía o los forenses. Al tribunal popular no se le puede preguntar nada que no se haya debatido en la sala.

La redacción de las preguntas tiene que ser coherente y de fácil comprensión para el jurado con el fin de evitar que el cuestionario sea contradictorio o no esté suficientemente motivado. Estas son dos de las razones principales por las que los juicios con jurado se anulan posteriormente cuando se recurre contra la sentencia ante los tribunales superiores de justicia de cada comunidad autónoma, en primera instancia o después ante el Tribunal Supremo.

En el caso del Putxet, el objeto del veredicto redactado por el magistrado presidente, Gerard Thomas, consta de 43 preguntas acordadas con la fiscalía, las acusaciones y la defensa. De ahí la importancia de la redacción, pues en función de la respuesta, los hechos podrían comportar una absolución, o una condena por homicidio o asesinato, y sus correspondientes agravantes o atenuantes. En el doble crimen de Maria Àngels Ribot y de María Teresa de Diego, el agresor robó a ambas víctimas el bolso y después intentó extraer dinero con sus tarjetas de crédito, por lo que el jurado también deberá pronunciarse sobre estos hechos.

La mayoría de las preguntas se contestan con un o con un no y en el cuestionario que ayer recibió el jurado se advierte de que en función de la respuesta, será un hecho favorable o desfavorable para el acusado. Existen preguntas en las que, según la respuesta, debe pasarse a la siguiente cuestión u obviarla. En otros casos, se pregunta abiertamente si el acusado es culpable o no de un hecho concreto.

La ley exige para el veredicto de culpabilidad un mínimo de siete de los nueve votos del jurado, mientras que para el de inocencia basta con cinco. En caso de que el resultado diera seis a tres, el presidente instaría al tribunal a seguir deliberando para lograr un pronunciamiento.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

El jurado debe deliberar hasta que haya respondido a todo el cuestionario, con los lógicos descansos para comer y dormir. Por ese motivo, si llega la noche y las sesiones siguen, el jurado se aísla en un hotel protegido por la policía. Cuando los miembros de aquél tienen el veredicto se convoca una sesión en audiencia pública y un portavoz del jurado lee las respuestas. En caso de culpabiliad, las dos últimas preguntas que siempre se le plantean al tribunal popular es si están de acuerdo en que se pida al Gobierno el indulto para el acusado o que quede en suspenso el cumplimiento de la condena.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_