Bin Laden llama a sus seguidores a derrocar la monarquía saudí
El líder de Al Qaeda insta a concentrar las operaciones terroristas en el sector del petróleo
En una nueva grabación de audio, difundida ayer a través de una página de Internet, Osama Bin Laden hace un llamamiento para que sus militantes derroquen a la monarquía que gobierna Arabia Saudí y felicita a los terroristas que atacaron el consulado de EE UU en el puerto saudí de Yeda, el pasado día 6. En la cinta, que la CIA considera auténtica, el líder terrorista de origen saudí insta a concentrar las operaciones terroristas en el petróleo.
En el mensaje, que dura cerca de una hora, Osama Bin Laden da su "bendición" a los terroristas que atacaron el consulado de Estados Unidos en el puerto saudí de Yeda, el pasado día 6, provocando nueve muertos, e insta a los habitantes de Arabia Saudí a que derroquen a la monarquía saudí, a la que acusa de "violar las reglas de Dios".
"Envío un mensaje breve a los gobernantes de Riad. Los musulmanes están determinados a recuperar sus derechos al precio que sea", asegura Bin Laden en la grabación, que intercala poemas y versículos del Corán. "O bien les devolvéis lo que os han confiado o lo rechazáis. Pero en este caso, cuando los pueblos se mueven, los servicios de seguridad no pueden hacer nada", agregó.
Los estadounidenses "se apoderan del petróleo, cuyos precios cayeron varias veces", indica el mensaje. "Mientras que se vendía a 40 dólares hace dos décadas, se ha vendido a 9 dólares en la última década y su precio debería ser ahora de 100 dólares como mínimo", añadió. Por ello, "desplegad esfuerzos para impedirles que se apoderen de ello" y "concentrad vuestras operaciones en el petróleo, en particular en Irak y el Golfo", instó.
Fuentes de los servicios de espionaje estadounidenses señalaron que la voz que aparece en la grabación es la de Bin Laden. "El tono también es reincidente con antiguos mensajes. No creo que sea una sorpresa para nadie que no le guste el régimen saudí", agregaron las fuentes.
El último mensaje de Bin Laden fue un vídeo emitido en octubre, en plena campaña electoral estadounidense. En otras grabaciones, tanto de audio como de vídeo, difundidas desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, Bin Laden, nacido en Arabia Saudí aunque le ha sido retirada la nacionalidad, ataca a la monarquía saudí y a los regímenes del mundo islámico favorables a EE UU, pero es la primera vez que insta a los militantes de Al Qaeda a que ataquen instalaciones petrolíferas.
Hace mucho que Al Qaeda aprendió que si quiere perjudicar a la monarquía saudí, a la que acusa de complicidad con Occidente, debe dirigir sus ataques contra la industria petrolera y los extranjeros que trabajan en ese sector, que no son pocos. La preocupación de que los ataques puedan llegar a interrumpir el suministro de crudo a los mercados desde el principal productor del mundo ha sido uno de los factores clave para que los precios del crudo se dispararan en octubre pasado a máximos que superaron los 51 dólares en Europa y los 55 en Estados Unidos.
El mercado petrolero sabe que Arabia Saudí es irreemplazable como primer proveedor de crudo del mundo a corto y medio plazo. Los otros grandes productores de la OPEP, sus vecinos de Irán, Irak, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, a los que se añaden Venezuela y Nigeria, apenas llegan a sumar entre todos la mitad de las reservas de los saudíes, unos 260.000 millones de barriles. Ni siquiera con la suma de grandes productores ajenos al cartel como Rusia, Noruega y México se puede batir el potencial saudí.
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