Una inversión de 141 millones debe transformar el barrio de La Mina en los próximos seis años
El proyecto prevé construir 1.100 nuevas viviendas y varios equipamientos sociales
Tras dos planes integrales fallidos en los noventa y varios proyectos que los vecinos vivieron como parches, La Mina entra en su definitiva rehabilitación. La segunda fase del plan de transformación del barrio prevé una inyección de 141 millones entre 2005 y 2010, buena parte de ellos destinados a la construcción de 1.100 nuevas viviendas y equipamientos sociales. El plan se puso en marcha en 2000 y hasta ahora se ha centrado en actuaciones sociales. Las obras las dirige un consorcio formado por la Generalitat, los ayuntamientos de Sant Adrià del Besòs y Barcelona, y la Diputación.
El plan para este barrio, que quiere ser transversal, se sustenta en tres patas: actuaciones de tipo social, la mejora de la seguridad y numerosas intervenciones en el ámbito de la vivienda y la reurbanización. La consejera de Bienestar y Familia, Anna Simó, y Jesús Maria Canga, alcalde de Sant Adrià del Besòs, explicaron ayer que el objetivo "es que el barrio no sea nunca más un gueto", a juicio de Canga, y que se integre plenamente en el municipio y no sea "un parche o un pegote" diferenciado, según explicó Simó.
Un grave problema que ha vivido el barrio desde su inauguración en 1968, cuando nació para alojar a centenares de familias que vivían en barracas, ha sido la exclusión social. Para erradicarla, muchos proyectos de la primera fase -cuyo coste fue de 32,58 millones de euros en cinco años- se han centrado en promover el asociacionismo en el barrio, la formación y la inserción laboral, la creación de empleo, la lucha contra el absentismo escolar y la transformación de la calle en espacio de convivencia.
Para lograr este objetivo, en 2003 empezó a funcionar una comisaría con un centenar de Mossos d´Esquadra. El edificio está situado en el extremo de la nueva rambla, que aún está en fase de construcción y que quiere ser un espacio amplio de encuentro en un barrio con más de 12.000 vecinos y una densidad de 20.000 habitantes por kilómetro cuadrado.
Cesión de suelo
Para la nueva fase, el consorcio, junto con el Fondo Social Europeo, invertirá 141,12 millones de euros, el 55% de los cuales proceden de la cesión de suelo por parte de las administraciones. En los próximos años se prevé construir una biblioteca, un polideportivo, una parroquia, un centro de asistencia primaria, una guardería y zonas verdes. Además, deben finalizarse el colegio de primaria y el instituto de secundaria. También continuarán las obras para instalar ascensores en 300 viviendas y la creación de nuevos accesos a 31 escaleras..
Uno de los aspectos más importantes de esta segunda fase es la reurbanización del barrio, con la rehabilitación y ampliación del parque de viviendas, actualmente formado por 2.750 pisos, todos de protección oficial. El plan prevé la reparcelación del barrio con la construcción de 400 nuevas viviendas protegidas -350 de las cuales serán para realojamientos-, y 700 nuevas viviendas libres. De esta manera, La Mina contará finalmente con 3.500 viviendas, el 80% protegidas y el 20% restante de venta libre.
La consejera especificó que de los 141,12 millones que destinarán al barrio entre 2005 y 2010, la Generalitat ha comprometido el 12,5%, los Fondos Europeos el 7,2%, la Diputación de Barcelona el 6,4%, el Ayuntamiento de Barcelona el 1,8% y el Ayuntamiento de Sant Adrià el 1%. Simó explicó que el consorcio está pendiente de incluir otras aportaciones a su presupuesto, como la del Gobierno central, que desde 1990 hasta 2001 financió la rehabilitación de viviendas. Finalmente, la consejera no descartó que la Administración central se incorpore al consorcio, y vaticinó que la fórmula de trabajo conjunto entre diversas administraciones se podría aplicar también para transformar el barrio de Sant Cosme, en el Prat de Llobregat.
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