Bono defiende una relación "de respeto mutuo" con EE UU

El ministro de Defensa, José Bono, defendió ayer una relación con EE UU basada en la "lealtad y el respeto mutuo" y afirmó que "nadie puede entender que la vocación de ser amigos tiene que ser al precio de ir a una guerra ilegal". Bono compareció en el Congreso para informar sobre la nueva Directiva de Defensa Nacional, el documento que marca la estrategia de la política de Defensa para los próximos cuatro años.

El ministro destacó que la directiva, que será aprobada "dentro de pocos días" por el presidente del Gobierno, responde a la necesidad de establecer una soberanía nacional "más abierta", considera Europa como área prioritaria de actuación y defiende una relación con Estados Unidos basada en la "lealtad, el diálogo y el respeto mutuo".

"Queremos ser amigos, pero para ello no hay que ir a guerras ilegales con EE UU", aseguró Bono, quien confesó que trabaja para que "las relaciones sean de amistad y alianza en una situación en la que España está ofreciendo ayudas y medios a EE UU que son propios y solamente entendibles en un país amigo y aliado".

Bono dijo que la nueva directiva considera por primera vez al terrorismo como principal riesgo para la seguridad, y establece cambios en el concepto de seguridad y defensa, especialmente con la amenaza terrorista internacional tras sucesos como el del 11-M.

La transformación de las Fuerzas Armadas, la creación de la Fuerza Conjunta de Reacción Rápida y la puesta en marcha del Mando de Operaciones son algunas de las novedades que recoge la directiva, que propone el apoyo a un sistema multilateral eficaz, el mandato de Naciones Unidas y la participación activa del Parlamento como requisitos previos a las operaciones de las Fuerzas Armadas en el exterior. La directiva prevé la tramitación de una nueva Ley Orgánica de Defensa y Fuerzas Armadas y la reestructuración del modelo militar.

En su intervención ante la comisión correspondiente del Congreso, el titular de Defensa explicó que la nueva directiva no obedece sólo al cambio de signo político y que ahora "tocaba una nueva" porque las anteriores tenían cuatro años de duración. En este sentido, señaló que esa estrategia supone el paso del aislamiento a la incorporación a organismos internacionales, el abandono de la visión sólo militar y el paso de ámbito de una soberanía de carácter autárquico a otro más abierto.

Mejora de los vínculos

Por otra parte, el subsecretario de Estado adjunto de Estados Unidos para Asuntos Europeos, Glyn T. Davies, subrayó ayer que las relaciones con el Gobierno español ya han empezado a mejorar, tras la "guerra" verbal que siguió a la llegada al poder de Zapatero, si bien criticó la política sobre Cuba que España promueve en la UE. En una vídeoconferencia de prensa desde Washington organizada por la embajada de EE UU en Madrid, Davies expresó "grandes dudas" sobre la nueva estrategia respecto a la isla que sigue la UE, en la que España desempeña "un papel clave".

Respecto a las relaciones de EE UU con el Ejecutivo español, reconoció que atravesaron un periodo "bastante difícil" tras la llegada al Gobierno de Zapatero, debido a la "retórica pública" que hubo entonces, pero precisó que "en las últimas semanas" ambas partes han declarado "una pausa".