El premio a Pombo se convierte en un homenaje a Lázaro Carreter

Los periódicos son uno de los más importantes y gratificantes incentivos para la lectura. Así lo reivindicó anoche Álvaro Pombo en Madrid, al recibir el V Premio Periodístico sobre Lectura de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, que se convirtió en un homenaje a la figura de Fernando Lázaro Carreter. Un premio llevará el nombre del académico fallecido, como "eterno homenaje", para distinguir a los que defiendan la lengua.

El escritor aconseja a los jóvenes leer textos largos, empezando por obras contemporáneas

"Leer es siempre releer para después hacer memoria", escribe en el artículo premiado

Personajes del mundo de la literatura, la crítica y prensa literaria y de la cultura, entre ellos, la ministra de Cultura, Carmen Calvo; Carmen Iglesias, Alberto Corazón y Juan José Millás, oyeron anoche y bajo el mismo techo que "leer es siempre releer para después hacer memoria". Éste es uno de los pasajes que condensa el espíritu del artículo premiado de Pombo, Libros nuevos y renuevos en abril, publicado el 22 de abril en El Cultural, de El Mundo.

El actor Pepe Martín leyó esta pieza, en la que el escritor santanderino Álvaro Pombo (nacido en 1939) no sólo elogia la función de la prensa en el hábito de crear lectores, sino que también "produce, en quien lo lee, el eterno deseo de volver a su relectura", dijo Germán Sánchez Ruipérez. También intervinieron, además de Álvaro Pombo, Blanca Berasátegui, directora de El Cultural, de El Mundo, y la ministra de Cultura.

El presidente de la fundación aprovechó para recordar la figura personal y profesional de Fernando Lázaro Carreter, fallecido este año, y anunció su deseo de rendirle un "eterno homenaje" con la creación y convocatoria del premio que lleva el nombre del académico. Se exaltará a quienes se distingan cada año en "el ámbito nacional e internacional por la promoción y desarrollo de nuestro idioma y defensa de la lengua".

Asistieron a la entrega los miembros del jurado del V Premio Periodístico sobre Lectura de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez: los escritores Luis Mateo Díez, Josefina Aldecoa y el ganador del año pasado, Gustavo Martín Garzo (Ana María Moix no pudo acudir); Juan Barja (director del Círculo de Bellas Artes), y Felicidad Orquín, en representación de la fundación. El premio, con una dotación de 12.000 euros, lo han obtenido en sus ediciones anteriores Alberto Manguel, Fernando Savater y Juan José Millás.

Álvaro Pombo cierra con esta distinción un año muy gratificante: publicó Una ventana al norte (Anagrama), una novela elogiada por la crítica; una antología de su poesía, Protocolos. 1973- 2003 (Lumen), y en junio ingresó en la Real Academia Española. Considerado como uno de los autores en español más respetados del momento, en el artículo Libros nuevos y renuevos en abril destaca la capacidad que tienen las palabras hechas relato para llevar a los lectores al descubrimiento y conquista de su propio ser: "Los libros nos vuelven hacia el interior de nosotros mismos, hacia la experiencia inmanente que se abre hacia nosotros mismos". Una afición que lleva implícita y simultáneamente una acción de presente, pasado y futuro.

Pombo, incluso, va más allá de los lindes originales dados a la palabra leer y desvela su incansable espíritu conquistador, al pasarse a otras áreas de la vida, al punto de que se ha vuelto sinónimo de comprender: "Leer el corazón, leer los signos de los tiempos, leer en las palabras de los poetas las equívocas señalizaciones del dios divino".

Un poder de seducción que tiene en la prensa escrita uno de sus principales aliados, asegura el autor de novelas como El metro de platino iridiado y Donde las mujeres. Tal es su convicción, que confiesa que si de él dependiera "pondría en un lugar pedagógico privilegiado la lectura de periódicos y la expresión de las propias opiniones en el esquema del artículo de opinión periodístico".

Una consideración que surge de su afición por las lecturas de prensa, especialmente de las secciones de opinión, incluidos editoriales y cartas al director. El novelista, poeta y ensayista también aconseja que los jóvenes deberían leer textos largos, pero empezando por obras contemporáneas, luego modernas y después clásicas. El camino inverso al que suelen recomendar los profesores. "Porque es mejor empezar por mundos literarios más cercanos e ir retrocediendo en el tiempo. Es una manera de que el chico empiece por reconocerse y así evitar que se aburra con libros que son maravillosos pero que no corresponden a ciertas edades". Por eso considera que el fomento de la lectura en España debe depender más del Ministerio de Educación que del de Cultura. Según Sánchez Ruipérez, el artículo de Pombo "tiene esa limpieza tan propia de su prosa", en la que ha "sometido su extraordinaria capacidad de observación a un juego equilibrado de lucidez y elegancia".