_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Solo

Todo parecía acordado sobre la propuesta de Impulso Democrático hecha a los partidos por el presidente Chaves, cuando quedó sin efecto el trabajo de Antonio Sanz, porque el PP decidió a última hora no firmar con el resto de los partidos el acuerdo, siguiendo esa estrategia algo suicida, por no decir decididamente suicida, del PP tanto en Madrid como aquí, de estar solo frente a todos. El PP ha quedado fuera del acuerdo de reforma de algunas importantísimas leyes, señalando a todos, por el famoso asunto de las indemnizaciones, más bien seguro de paro, a cargos por debajo del presidente y los consejeros de la Junta. Cree Arenas que no se puede admitir que se les establezca una asignación, un seguro de paro, desde que dejan su puesto hasta que se incorporan de nuevo a la actividad laboral. Acusaciones de todo tipo vuelven a poner en evidencia a los políticos que aparecen así ante la sociedad, cuando la información y las denuncias sobre asuntos como este se hacen sin más matices que ninguno y con más escándalo que motivos, como unos aprovechados de su condición. Que quien ha estado durante un tiempo al servicio de los ciudadanos en su actividad política, quien ha abandonado su profesión, su oficio, su trabajo para dedicarse a la política, no sea menos que cualquier otro trabajador, sino uno más que como tal tiene que tener derecho a su seguro de desempleo, es simplemente justo y transparente por cierto, porque aquí no hay pactos secretos ni asuntos más o menos incomprensibles, sino un acuerdo de los partidos, no de protegerse, no de beneficiarse de la condición de políticos, no de actuar como aprovechados, sino de dejar legislado sobre el derecho de cualquiera a no quedarse en la calle de la noche a la mañana, sin una mínima cobertura de paro. Es peligroso siempre militar en el descrédito de los políticos, pero es extremadamente peligroso que desde un partido político se colabore a seguir ese oscuro discurso con actitudes de escandalizados que al final no consiguen más que echar tierra sobre su propio tejado. El PP quiere seguir presentándose ante la sociedad solo ante el peligro, pero en el PP no hay ningún Gary Cooper y sería mejor para él, para el PP digo, que no hubiera ningún Pedro ante el peligro de acabar siendo devorado por el lobo, a fuerza de escándalos y situaciones políticas artificiales.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_