Úbeda cierra el polideportivo y deja en la calle a 80 inmigrantes

El Ayuntamiento de Úbeda (Jaén) ordenó ayer el cierre del polideportivo habilitado como dispositivo de emergencia para el alojamiento de los inmigrantes que no tienen un lugar donde dormir. La medida, fuertemente criticada por los sindicatos y que ha dejado en la calle a unos 80 inmigrantes que habían utilizado las instalaciones en los últimos días, ha sido justificada desde el Consistorio ubetense, gobernado por el PP, por la situación de "sedentarismo" que se ha generado entre este colectivo que busca trabajo en la recolección de la aceituna y al constatar que ayer mismo había 87 plazas vacantes en los 18 albergues la provincia.

Lo que ocurre es que muchos de los que utilizan el polideportivo para dormir no pueden acceder ya a los albergues por haber cumplido el plazo máximo de cinco días de estancia.

Ante la insuficiencia de las 47 plazas del albergue municipal, y del centenar de literas puestas a disposición por Cruz Roja en una nave particular, el Ayuntamiento ubetense decidió abrir como servicio de emergencia el polideportivo ante la llegada en las últimas semanas de unos 300 inmigrantes, la mayoría de ellos subsaharianos procedentes de Madrid a los que se dijo, erróneamente, que en Úbeda había trabajo para los regularizados y los indocumentados. Allí, los inmigrantes tenían acceso a colchonetas, mantas, duchas y un kit de aseo.

Al anunciar los empresarios que la demanda de mano de obra ya estaba cubierta, las instituciones empezaron a repartir billetes de autobús para que los inmigrantes volvieran a sus lugares de origen. Cruz Roja ha facilitado 50 y el Ayuntamiento otros 206 a través de la llamada cuenta nómada. Sin embargo, los inmigrantes se han resistido a usar esos billetes de transportes y la cifra de los que buscaban alojamiento en el polideportivo ha ido creciendo día a día.Los sindicatos han criticado con dureza la decisión del Ayuntamiento de Úbeda de cerrar el polideportivo municipal donde dormían unos 80 inmigrantes. La Confederación General del Trabajo (CGT) alertó ayer que se están "pisoteando los derechos humanos" de estas personas, muchas de las cuales se encuentran trabajando en la recolección de la aceituna pero los empresarios no les proporcionan alojamiento. "¿Qué solución se aporta para ellos ahora? ¿en qué portal han de acomodarse?", se preguntó el responsable de Inmigración de CGT, Jacinto Ceacero, que ha pedido a los responsables públicos que "dejen de tirar balones fuera y asuman sus responsabilidades".

Tanto la CGT como el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) han recordado el compromiso expresado por el alcalde de Úbeda, Juan Pizarro (PP), el pasado sábado, en el sentido de que ningún inmigrante dormiría a la intemperie. "¿Dónde está ese compromiso?", exclamó Andrés Bódalo, secretario provincial del SOC, que denunció que los servicios municipales ubetenses están "coaccionando" a los inmigrantes sin alojamiento a abandonar la ciudad.

Según el SOC, apenas una veintena de inmigrantes utilizaron ayer los vales de transporte ofrecidos por el Ayuntamiento para que se trasladen a otros municipios con vacantes en los albergues, o bien para volver a sus lugares de origen. Representantes de los sindicatos y un grupo de inmigrantes se concentraron ayer por la tarde junto a la concejalía de Asuntos Sociales de Úbeda, donde se reunía la comisión local de Inmigración, para pedir que el polideportivo siga abierto. El Ayuntamiento no dio marcha atrás en su decisión, y tan sólo Cruz Roja se comprometió a repartir mantas para los que no tuvieran un techo donde dormir. Aunque el secretario del SOC amenazó con un encierro de protesta por el cierre del polideportivo, la mayoría de los inmigrantes eran reacios a las movilizaciones por el temor de muchos de ellos a ser detenidos por la Guardia Civil por su situación irregular en España.

Desde la Junta de Andalucía no se quiso valorar la decisión del Ayuntamiento de Úbeda de cerrar el polideportivo, pero se reafirmó el compromiso de seguir prestando "apoyo extraordinario" tanto a Cruz Roja como al Consistorio ubetense y a otros de la provincia donde se constate una afluencia masiva de inmigrantes. La Junta no ha querido responder al alcalde de Úbeda, Juan Pizarro, que ha acusado a las Administraciones central y autonómica de "mirar hacia otro lado" para "esquivar" su responsabilidad en este asunto.