Las Juntas de Vizcaya dan vía libre a las cuentas forales de 2005

Como se esperaba, las Juntas Generales de Vizcaya dieron ayer luz verde a los presupuestos de 2005. PNV y EA, que cuentan con mayoría absoluta (27 representantes de un total de 51), tumbaron la pretensión de la oposición (PSE, PP y Ezker Batua) de devolver el proyecto de cuentas, que prevé un gasto neto de 945 millones. Las tres enmiendas a la totalidad de los presupuestos fueron rechazadas, con lo que ahora sólo resta el debate en comisión de las enmiendas parciales y la aprobación definitiva de las cuentas en el pleno previsto para el día 30.

Como suele ser habitual, los portavoces del PNV y del PP protagonizaron el enfrentamiento más crispado. Por su parte, el PSE censuró al equipo de gobierno de José Luis Bilbao que no haya habido ningún contacto con la oposición para negociar las nuevas cuentas. "Por eso es [un presupuesto] poco participativo, poco justo y poco equitativo", sostuvo el socialista Josu Montalbán. Añadió que la dotación para los ayuntamientos es escasa y abogó por elevar su participación del 53% actual del presupuesto neto hasta el 60%. Calificó de "insuficiente" la partida para Acción Social y criticó la "liberalización" de los servicios, especialmente con las nuevas residencias de mayores. A ello añadió el "oscurantismo" del polémico plan foral de Vivienda e instó al diputado general a lograr un acuerdo con el Gobierno vasco.

Esther Martínez, portavoz del PP, censuró la aportación al Gobierno (3.237 millones del total de 5.609 del presupuesto global), "que aumenta año tras año y resta financiación para los ayuntamientos". Martínez, que cuestionó diversos datos de las cuentas, vinculó varias veces el proyecto con el plan Ibarretxe. La portavoz popular criticó el gasto de las sociedades públicas forales, que Acción Social "actúa a remolque de las necesidades" y apuntó que con los ingresos de la futura Supersur -la nueva autovía de peaje en torno a Bilbao- se pueden construir tres líneas de metro.

José Ferrera (EB) incidió en la política fiscal y afirmó que las rebajas aplicadas han supuesto una merma de 220 millones de euros en la recaudación desde 1996. Por el contrario, propuso elevar la presión fiscal sobre las rentas más altas como vía para incrementar los ingresos forales. Rechazó también la Supersur por su "inviabilidad económica" y el plan de vivienda, al que tachó de "iniciativa clientelar".

Iñigo Iturrate, portavoz del PNV, destacó el aumento del gasto en un 15% en el área de Acción Social y manifestó que, frente a las "justificadas" enmiendas del PSE y EB, la propuesta del PP es un calco de años anteriores.