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Seis grandes hospitales tienen enfermos en los pasillos por el colapso de las urgencias

El Clínico tuvo que trasladar pacientes a otros centros sanitarios por la falta de espacio

Oriol Güell

Las urgencias de los grandes hospitales públicos de la región se acercan a las fiestas navideñas al límite de su capacidad. La peor parte se la llevó la pasada madrugada el Hospital Clínico, que vivió una "situación límite", según denunció el sindicato UGT. En seis hospitales madrileños amanecieron ayer 87 enfermos en camas colocadas en los pasillos, ante la imposibilidad de ingresarlos en planta, según datos de la Consejería de Sanidad.

La peor saturación la sufrió el Clínico, donde 34 enfermos permanecieron en los pasillos, según Sanidad. La UGT eleva esta cifra a 63 porque también cuenta los enfermos colocados en otros espacios fuera de las habitaciones. "Ha sido una noche de pesadilla", resumía en la mañana de ayer el delegado de UGT en el Clínico, Juan Antonio Alba, lo ocurrido en el servicio de urgencias del centro durante la madrugada anterior.

La situación llegó a tal extremo que la dirección del hospital en pleno, con el gerente José Soto a la cabeza, se desplazó al centro médico a la 1.30 de la madrugada para aunar esfuerzos con los trabajadores, según UGT. El colapso se produjo en el Clínico a pesar de que, desde hace días, el hospital ha adoptado las medidas a su alcance para evitarlo. Durante el lunes, el Clínico remitió 11 pacientes a los hospitales de la Cruz Roja, el Carlos III y el Pabellón 1 del hospital (situado en una dependencia externa) porque no podía atenderlos.

A las 13.00 de ayer, trasladó a otros nueve enfermos a los mismos hospitales y negociaba con el Gómez Ulla la posibilidad de enviar a otros 20. Ayer, el hospital decidió abrir su último espacio libre: el denominado "martillo de la séptima planta", un recodo del edificio, habitualmente utilizado para otras funciones, en el que provisionalmente pueden instalarse una docena de camas.

Pero la gran afluencia de enfermos, 530 en las últimas 24 horas, acabó por colapsar igualmente el centro. En una reunión mantenida el lunes, la dirección del hospital, los sindicatos y la Consejería de Sanidad estudiaron adelantar algunos meses la aplicación de varias medidas, previstas inicialmente para febrero, para aumentar la coordinación y mejorar la gestión de los servicios de urgencias.

Un portavoz del hospital admitió la situación y la atribuyó al aumento de enfermos que acuden al centro por el frío y "los trastornos respiratorios" que éste conlleva.

Según datos de la Consejería de Sanidad, sin embargo, la gripe aún no ha experimentado un aumento importante de casos. UGT, por su parte, critica que "no quedan camas libres porque están casi todas ocupadas por el Plan de Reducción de la Lista de Espera, que opera a enfermos menos graves y perjudica a los que están peor, en urgencias".

20 camas en La Paz

Sanidad niega rotundamente que el plan tenga algo que ver con la saturación de las urgencias. El Clínico, sin embargo, no es el único hospital con problemas en sus urgencias. Sanidad admitió a las 10.00 de ayer que había en La Paz 20 camas en los pasillos, 15 en el Gregorio Marañón, nueve en Móstoles, siete en el Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y dos en el Doce de Octubre. A las 15.00 la situación había mejorado ligeramente en todos los hospitales menos en La Paz, donde había empeorado notablemente: 34 personas estaban en los pasillos a primera hora de la tarde.

Los sindicatos, sin embargo, ofrecían a esa misma hora cifras mucho más elevadas. "Sanidad sólo cuenta los enfermos que están en los pasillos propiamente dichos, pero nosotros también incluimos a los que han sido colocados en espacios no asistenciales, como almacenes u otras dependencias", coincidieron en señalar representantes de la UGT y CGT.

En el Ramón y Cajal, cuyas urgencias ya se colapsaron hace dos semanas, la situación era de "saturación", según Mar Vázquez, del sindicato CGT, mientras Sanidad decía que había "cero" camas en los pasillos.

También desde la CGT se responsabiliza en parte a la reducción de las listas de espera del colapso de las urgencias. "No hay casi camas libres porque se mantiene la programación de todas las intervenciones", explicó Vázquez.

El Doce de Octubre también amaneció con 20 pacientes ingresados en los pasillos, según los sindicatos, que redujeron esta cifra a 15 enfermos a las 14.00. Para Sanidad, en toda la mañana sólo hubo de dos a cuatro personas en los pasillos.

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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