La fábrica que contaminó en Urdaibai sigue sin cumplir las correcciones

La empresa de aglomerados Inama, ubicada en Urdaibai y que causó un escape contaminante en septiembre, no ha cumplido todavía la medidas correctoras que el Gobierno había fijado para finales de septiembre. Medio Ambiente, que hace tres semanas instaló un medidor de la calidad del aire, asegura que estas medidas se ejecutarán para las navidades, por lo que no impondrá sanciones. Los vecinos replican que "no se está haciendo nada" y que las molestias incluso han aumentado. Por ello, pedirán la dimisión del consejero de Medio Ambiente y reprochan la actitud del alcalde de Muxica.Inama, ubicada en la localidad de Muxika, ha recibido quejas vecinales por su actividad desde hace 12 años y es una de las 119 empresas potencialmente contaminantes en la comunidad autónoma, según el registro Eper, impuesto por una directiva de la UE. Dos informes certifican que incumple la normativa de ruidos y existe una denuncia penal por un vertido a un río, en fase de investigación por un juzgado y por el que Medio Ambiente abrió a la empresa un expediente sancionador. El último incidente ocurrió el pasado 3 de septiembre, cuando varios vecinos sufrieron problemas respiratorios esa jornada tras una densa humareda que salía de la fábrica.

El Departamento de Medio Ambiente exigió en agosto a Inama que adoptase ocho medidas correctoras para solucionar las afecciones de ruido y humos. Se fijó el plazo de un mes pero las actuaciones no han concluido, según ha reconocido el Ejecutivo y el Ayuntamiento de Muxika, que pactó con la firma ampliar el plazo hasta el 30 de octubre. Pero tampoco se ha cumplido.

"La empresa está en proceso de adopción de las medidas", asegura un portavoz de Medio Ambiente. Altos cargos del Departamento se reunieron en octubre con la compañía y, dado que alguna actuación necesita parar la actividad industrial, se comprometieron a acometerlas en las navidades. El alcalde de Muxika, Jabier Gezuraga, indica que sólo resta una licencia administrativa de la Dirección de Aguas del Gobierno y, sobre el incumplimiento de los plazos, agrega que "hay que tener en cuenta la predisposición de la empresa" a adoptar las correcciones.

Gezuraga, a quien los vecinos le han pedido que paralice los focos contaminantes de Inama, insiste en su compromiso en que "se normalice la situación y que los vecinos puedan dormir. Nadie ha hecho lo que esta corporación en el último año y medio, aunque nos puedan achacar retrasos y algún incumplimiento".

Reuniones con el Gobierno

La polémica creada ha llevado a varias reuniones de los vecinos con la corporación y con el Gobierno, tras la cuales se instaló, a mediados de noviembre, una estación que medirá la calidad del aire y "estará el tiempo necesario", sostiene Medio Ambiente. Este caso ha llevado a la intervención de otras entidades públicas como el Ararteko, que ha solicitado información, y de la consejería de Sanidad, que ha exigido a Medio Ambiente y al Ayuntamiento de Muxika un "estricto cumplimiento" de la ley que "garantice el cese de la contaminación atmosférica y acústica".

Los vecinos, que han formado la asociación SOSMuxika, se reunieron la pasada semana con la corporación municipal y "nos dio -dicen- la impresión de que hablábamos con el consejo de administración de la empresa". Un portavoz vecinal afirma que uno de los concejales, del PNV, les comentó en privado que estaban soportando "una presión impresionante" de Inama.

La asociación censura al alcalde por no obligar a la empresa a corregir "las ilegalidades" y creen que el "apoyo incondicional" de Jabier Gezuraga "debe ser por algún interés particular". Asegura que el Gobierno les planteó, en otra reunión celebrada la pasada semana, crear la figura de un mediador. "Les vamos a decir que no. ¿Qué va a mediar? Nosotros no queremos dinero ni recalificaciones de terrenos. Sólo el derecho a la salud".

Inama funciona sin licencia municipal de actividad en varias de sus instalaciones, un requisito que el alcalde ha asegurado que no concederá hasta que se realicen las correcciones. La empresa tiene presentado un proyecto para ampliar en otras 12 las seis hectáreas que ocupa, lo que afectará a uno de los principales acuíferos del País Vasco. Inama ha argumentado que la ampliación permitirá modernizar el sistema productivo y reducir las emisiones y ruidos, una tesis que también es compartida por el alcalde y los responsables de Medio Ambiente. Los vecinos rechazan cualquier ampliación "hasta que cumpla con la legalidad".