El londinense Jeremy Deller gana el Premio Turner sin polémicas
Entre sus obras valoradas destaca un vídeo rodado en San Sebastián
Jeremy Deller, londinense de 34 años, se adjudicó ayer el Premio Turner por una serie de trabajos documentales entre los que destaca el vídeo de una manifestación que él mismo organizó en San Sebastián el pasado verano. Interesado en el curso de la historia mundial, que trastoca y reconduce en sus obras audiovisuales, Deller se alzó con los 35.000 euros del más reconocido concurso británico de arte contemporáneo.
Deller viajó el pasado junio a San Sebastián para participar en los eventos colectivos de Documenta 5. Como es habitual en su trayectoria, el joven artista londinense se interesó por la ciudad, por sus habitantes y sus diversos estilos de vida. "Quise alejarme de la política y encontrarme con grupos de personas que normalmente no tiene la oportunidad de juntarse en un mismo foro", recuerda de la visita. Los contactos desembocaron en una colorida y festiva manifestación por las calles donostiarras protagonizada por colectivos de discapacitados, de donantes de sangre, de gays y lesbianas, de bailaores de flamenco... Niños y adolescentes de la organización Detrás de la Cámara filmaron la cabalgata, además de recoger impresiones de los participantes, y el vídeo resultante se presentó en la exposición de los candidatos al Premio Turner, que aún se puede ver en la galería Tate Britain de Londres, hasta el 23 de diciembre.
Titulado A Social Parade, el vídeo es uno de los trabajos que aseguró el Turner 2004 para Deller. Convocado por los museos Tate, es el premio de arte contemporáneo de mayor prestigio del Reino Unido e identificado por tradición con la polémica. "¿A esto llaman arte?", suele ser la frase más recurrente en la recta final de convocatorias anteriores. Pero, en la presente edición, el sensacionalismo se ha esfumado en favor de una clara tendencia hacia la temática política sobre formato audiovisual. Tanto el ganador como los tres finalistas -el turco Kutlug Ataman; la pareja londinense Ben Langlands y Nikki Bell; y Yinka Shonibare, nacido en Londres y criado en Nigeria- trabajan en vídeo.
Langlands y Bell a punto estuvieron de azuzar polémica al verse obligados a retirar de la exposición, por cuestiones legales, el vídeo de un juicio que habían grabado en Kabul. El encausado se enfrenta actualmente a un juicio en Gran Bretaña por presunto delito de tortura y secuestro. Mejor suerte corrió su videojuego The House of Osama Bin Laden desarrollado a partir de imágenes de uno de los escondrijos de Afganistán del terrorista más buscado del mundo, incluido en la muestra colectiva de los premios Turner.
Deller partía como favorito de las casas de apuestas y la tendencia quedó anoche confirmada por el jurado de críticos y expertos en arte, que preside el director de la Tate, Nicholas Serota. Entre sus trabajos del último año se valoró especialmente Memory Bucket, una instalación multimedia con experiencias de un viaje del artista por las tierras tejanas del presidente George W Bush. "Continúa en esta obra una investigación personal del entramado sociocultural que define las diferentes sociedades", señaló el jurado antes de proceder a la votación secreta.
Con nuevos patrocinadores, y una dotación duplicada este año hasta un total de 40.000 libras (56.000 euros) paratodos los premios, Deller salió anoche de la recepción en la Tate Britain con un suculento cheque de 35.000 euros y sin muchas palabras que decir. Sus tres compañeros se repartieron cada uno 7.000 euros. Serota recordó, por su parte, el devastador incendió que destruyó, el pasado mayo, numerosas obras de previos candidatos y premios Turner y criticó la actitud de algunos medios de comunicación que vieron en el siniestro una oportunidad para regresar a lo que consideran "buen arte", es decir, al arte tradicional figurativo.
Babelia
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