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Testigos del 'caso Barón' dicen que el trato del jefe policial es "autoritario" pero no hiriente

Ninguno de los declarantes avala las coacciones, aunque alguno ve "cierta leve agresividad"

Varios de los testigos que han declarado ante el juez que instruye una denuncia contra el jefe superior de Policía de Bilbao, imputado por trato vejatorio y coacciones a un comisario y apropiación indebida, resaltan el carácter "autoritario" de Enrique Barón. "Puede dar sensación de exceso de autoridad", "es distante y soberbio", "es dado a emplear un tono elevado de voz, unos lo consideran agresivo y otros no", han declarado. Alguno apunta "cierta leve agresividad" de Barón con el denunciante, pero en "ningún caso un puteo" o trato "hiriente". Nadie de entre los agentes que han declarado como testigos ha avalado ante el juez la denuncia por coacciones presentada por el comisario.

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El juez de instrucción número 8 de Bilbao ha tomado declaración a 16 testigos entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre para investigar la denuncia presentada contra Barón, en marzo pasado, por un comisario destinado en Euskadi desde hace 40 años. Todas las personas que han tenido alguna relación laboral con el jefe superior y con el comisario denunciante y que han prestado declaración en la causa subrayan dos aspectos de la personalidad de ambos: el carácter "autoritario" del jefe superior, de origen castrense -"como que se come el mundo", apunta gráficamente un testigo- y la relación "sin especial problemas" entre el denunciante y sus subordinados, pese a ser un hombre "puntilloso" y "quisquilloso". Pero ninguno de los que han declarado ha avalado ante el juez la denuncia de coacciones y trato vejatorio.

A preguntas del juez instructor, el inspector regional de servicios, número dos en el escalafón de la Jefatura policial, declara: "Barón no es una persona hiriente hacia las personas y tampoco [lo ha sido] en el caso del denunciante", aunque reconoce que pueda dar sensación de "exceso de autoridad". El responsable médico de la Jefatura bilbaína subraya el "carácter autoritario, seco y cortante" del máximo responsable del Cuerpo Nacional de Policía en el País Vasco, pero reconoce que "no he presenciado ninguna reprimenda del señor Barón" al comisario denunciante. Un sindicalista declaró que el jefe superior es "un poco frío, distante, soberbio". Y recordó un "incidente anterior" con otro policía "en el que el señor Barón le puso de vuelta y media y le amenazó con darle un par de hostias".

La denuncia recogía con detalle los supuestos desprecios, humillaciones y reprimendas. En algunas de esas situaciones, ante otras personas. Se da la circunstancia de que los testigos de esos supuestos episodios vejatorios reconocen haber estado presentes y dan veracidad al tono inquisitivo empleado por Barón, pero tampoco avalan los comentarios humillantes supuestamente vertidos por él. Uno de esos casos es el vivido por el jefe de la Sección Administrativa de la Unidad de Gestión, a las órdenes del denunciante. Admitió ante el juez que escuchó una llamada de Barón y que el denunciante tenía puesto el manos libres. "Lo único que recuerdo es que había un tono alzado de voz (...), pero no comentarios como "todo lo tengo que hacer yo, no te enteras de nada". "Desde el momento en que pude escuchar el tono de voz, que era alto, desconecté, no presté atención (...) no quise saber nada", declaró.

Dinero de la residencia

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Sobre la imputación a Barón de apropiación indebida de los fondos de la residencia policial de Basauri, los testigos han dibujado una relación con el dinero como las que habitualmente se tienen en las comunidades de vecinos. En este caso a través de una comisión de residentes. El actual administrador de la residencia, en el cargo desde 2003, afirma que "todos los gastos son elevados al secretario general y finalmente los autoriza el jefe superior".

Las dos personas que participaron en la elaboración de la auditoría de la residencia dejan claro que "nunca se ha expedido cheque alguno destinado al jefe superior" y que el remanente de la residencia, "con autorización de los sindicatos, "se utiliza cuando hace falta para la fiesta patronal" de la Policía. El auditor, que sustituyó en el cargo al denunciante, caracteriza los fondos como "privados, al estilo de una comunidad de propietarios".

La próxima prueba prevista en este caso será la realización el 29 de diciembre de un informe completo del estado de salud del denunciante por parte de los médicos forenses.

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