Comercio asegura que la apertura de ocho festivos no destruirá empleo

El Departamento de Industria y Comercio espera publicar a finales de enero el decreto que regula la apertura de los comercios en festivos para adaptarse a la nueva normativa básica estatal. Comercio ha optado por la apertura de ocho festivos como máximo de los establecimientos de más de 150 metros. Se acoge así al mínimo que prevé la norma del Estado. Sin esta regulación propia, podría haber entre 12 y 66 aperturas al año, a voluntad de los interesados. Los cuatro sindicatos vascos exigen que no se abra en domingo, como hasta ahora, y anuncian movilizaciones si se permite.

"Hay otras opciones, pero la solución en el momento actual es la más equilibrada. Preserva el pequeño comercio. Nos la han pedido las partes", señala Rodrigo García Azurmendi, viceconsejero de Comercio y Turismo. El Ejecutivo vasco considera que, en nombre del "interés general de la economía", el Gobierno central invade con su ley de horarios comerciales una competencia exclusiva de las comunidades autónomas. Sin embargo, su tesis no cuenta con el apoyo de la doctrina del Tribunal Constitucional, lo que le ha llevado a regular para evitar que se aplique supletoriamente la normativa estatal.

Hasta ahora en Euskadi no existía regulación por lo que, en teoría había libertad de aperturas. Sin embargo, hasta ahora ha funcionado un pacto tácito en el sector de no abrir en festivos, al que no ha sido ajeno en algunos casos la postura beligerante en contra de los sindicatos. Sin embargo, la próxima llegada de la multinacional del mueble Ikea ha impulsado el debate sobre la regulación.

Insumisión

Los sindicatos nacionalistas, ELA y LAB, piden al Ejecutivo vasco una cierta insumisión al Gobierno central y que elabore un ley de aperturas cero. Sin llegar a ese extremo UGT y CC OO reivindican también la no apertura en festivos, alegando, entre otras razones, que la liberalización de horarios perjudica al pequeño comercio y destruye empleo.

A estas demandas García Azurmendi responde que las centrales deben llevar sus propuestas a la negociación colectiva con las empresas del sector, y que es imposible no regular, porque supondría aún más aperturas. "Hemos convertido el mínimo del Estado en el máximo, y lo hemos hecho en base a un estudio con datos sociométricos y de empleo", dice el viceconsejero.

El informe realizado por el Gobierno determina que entre ocho o diez aperturas al año hay una ganancia de consumidores de los centros periurbanos y los grandes almacenes, en detrimento de los supermercados y los pequeños comercios. Sin embargo, se mantiene el nivel de empleo del sector. Mientras que con aperturas de más de 10 días al año, según el estudio, el empleo aumenta en las grandes empresas y decrece en el conjunto del sector, por la mayor eficiencia en la gestión de recursos humanos de las grandes superficies. "Nuestra apuesta es el sistema dual de comercio, que genere vida en las ciudades, y no el modelo americano. Nos gusta salir a la calle y que no esté vacía", dice García Azurmendi. Añade que el comercio tradicional debe adaptarse a los tiempos y organizarse en plataformas que les presten servicios, como la de Gasteiz On en el centro de Vitoria.

Fase de alegaciones

El borrador del decreto se encuentra en fase de alegaciones hasta el próximo día 9. Una vez analizadas, el texto pasará a la Comisión Jurídica Asesora, que emitirá en un mes el preceptivo informe. El Gobierno espera aprobar a finales de enero el decreto, que no fija en su texto el calendario de festivos concreto en que se podrá abrir. García Azurmendi asegura que quieren posibilitar que haya un acuerdo en el sector sobre este extremo que se incorporará al decreto, si se produce. En todo caso, el texto establece como días inhábiles los de Año Nuevo, Navidad, el Primero de mayo, el 28 de abril (San Prudencia) en Álava y el 31 de julio (San Ignacio) en Vizcaya y Guipúzcoa.

García Azurmendi destaca que el comercio ha evolucionado mucho y el consumidor también, pero insiste en que no se trata de una regulación de horarios. El número máximo de horas de apertura es de 3.700, 44 horas menos de las que establece la regulación estatal.