_
_
_
_

Se salvó el 11-S, pero murió en Bagdad

Yolanda Monge

Su madre asegura que desde niño quiso ser bombero. "Era imposible hacer que se quitara el casco y que dejara de jugar con su coche de bomberos", recordaba Lenora en The New York Post. "Luego se convirtió en un hombre de acción. Debería haber nacido en 1800 para haber vivido los años del salvaje Oeste", relataba la madre. Chris Engeldrum, 39 años, murió el pasado lunes en acción a las afueras de Bagdad. Pero sobrevivió como un héroe ejerciendo su profesión de bombero en el horror que fue el 11-S. Justo diez años antes de aquellos ataques terroristas, Engeldrum volvió a casa en 1991 indemne de la guerra del Golfo.

A los 21 años, Engeldrum, nacido en Nueva York, se unió al Ejército y fue trasladado en 1986 con la 82ª División Aerotransportada a Arabia Saudí. Cinco años más tarde entraba en acción en la guerra del Golfo. Pero su gran momento llegó cuando, tras mucho desearlo, ingresó en el cuerpo de bomberos de la ciudad de Nueva York en 1997. Se había convertido en bombero, "cuando fue aceptado en el cuerpo fue realmente feliz", explica Lenora.

Más información
EE UU enviará otros 12.000 soldados a Irak

Pero el 11-S cambió su vida. Como la de tantos miles. Tras pasar días y días removiendo escombros buscando cadáveres bajo lo que habían sido las Torres Gemelas, Engeldrum decidió que era hora de volver al Golfo, y se enroló con la Guardia Nacional para servir a su país como él consideraba que había que hacerlo: luchando contra el terrorismo en la guerra de Irak. Existen 103 bomberos sirviendo en el Ejército de Estados Unidos en Irak. Engeldrum es la primera baja.

Casado y padre de dos hijos adolescentes -Engeldrum moría el día en que su hijo pequeño cumplía 16 años-, la última vez que habló con su familia fue el pasado día 25, Acción de Gracias. "Estaba muy feliz de oír mi voz", cuenta su mujer. "Estaba muy cansado y no podía casi hablar. Había salido en una misión. Llamó sólo para saber si en casa todo iba bien", recuerda.

Para los padres de Engeldrum, su único hijo ha muerto "haciendo lo que siempre quiso hacer". "Quizá salga algo bueno de todo este dolor", reclama su madre. "Es la única manera en la que tendría sentido la muerte de mi hijo".

Chris Engeldrum.
Chris Engeldrum.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_