Medio Ambiente retira un proyecto de tasa sobre el agua por el rechazo de Agricultura

El Ministerio de Medio Ambiente retiró ayer contra pronóstico su propuesta de gravar todos los consumos de agua en España con un impuesto para "incentivar el uso eficiente del agua y contribuir a la consecución de los objetivos ambientales". El documento, llevado al Consejo Nacional del Agua, preveía un canon de 0,001 euros por metro cúbico para cultivos de secano y 15 veces más para los campos de golf y las nuevas urbanizaciones. El dinero recaudado iba a ser destinado a la restauración de cauces y ríos. En la reunión, y ante el rechazo del Ministerio de Agricultura y los regantes, Medio Ambiente retiró su propuesta, aunque fuentes del ministerio aseguran que la idea de imponer un canon se mantiene.

El documento llevado por el ministerio proponía modificar el artículo 112 de la Ley de Aguas, que establece que el uso del agua estará sujeto a una "canon de utilización" a favor de las confederaciones hidrográficas. El destino del dinero es "la protección y mejora del dominio público hidráulico [el río y las cuencas]". El artículo es en realidad papel mojado porque deja exentos del canon a los concesionarios de agua, las empresas que abastecen y los regantes, es decir todo aquel que usa el agua legalmente.

En la propuesta de reforma, de cuatro folios, Medio Ambiente proponía ampliar "los supuestos de pago". Además establecía distintos impuestos según el uso. El impuesto era 15 veces superior para los campos de golf que para los cultivos de secano. En medio gravaba el consumo urbano, el de regadío y el uso industrial.

El presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes, Andrés del Campo, miembro del consejo, criticó duramente la propuesta antes de la reunión y salió encantado. "Hemos tenido plena sintonía con Agricultura, porque comprende nuestro argumentos", afirmó. Los regantes calcularon que la propuesta les costaría 30 millones de euros al año. "Agricultura entiende que, con los problemas del sector, era imposible poner más impuestos", señaló Del Campo.

En una reunión anterior, celebrada hace dos semanas, Agricultura se enfrentó a Medio Ambiente de forma soterrada por la idea de fijar un canon, según un miembro del Consejo Nacional del Agua (CNA). En esa reunión, sólo Medio Ambiente y el representante de los ecologistas, Santiago Martín Barajas, defendieron la propuesta. El representante de Agricultura y presidente de la comisión que estudió la propuesta, Francisco Amarillo, afirmó que "el tema no estaba claro", según Martín Barajas. Éste criticó la retirada del proyecto. "El agua no puede ser gratis para los regantes porque se desperdicia".

El CNA es un organismo consultivo en el que están presentes consumidores, usuarios, comunidades autónomas, Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura. El CNA aprobará en enero el dictamen sobre una reforma de la Ley de Aguas.

Tras la retirada, fuentes de Medio Ambiente afirmaron que el texto era "sólo un documento de trabajo" pero añadieron que la idea del canon "sigue viva". Estas fuentes aseguran que Medio Ambiente también mantiene la intención de gravar el consumo según el destino del agua, pero que la propuesta se retiró para "buscar el consenso". Los representantes del ministerio aceptaron las tesis de agricultura y votaron a favor de la retirada para estudiar de nuevo el impuesto.

Medio Ambiente se ampara en la Directiva Marco del Agua, una norma europea que establece que antes de 2010, los estados deberán "tener en cuenta el principio de recuperación de los costes de los servicios relacionados con el agua, incluidos los costes medioambientales".

Antes de concluir la reunión, Medio Ambiente insistía en la bondad del proyecto y calculaba que una familia media sólo pagaría dos euros más al año de consumo doméstico. Con el consumo de 2002, el impuesto supondría a los consumidores unos 20 millones de euros al año.