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Reportaje:

Euskera en el celuloide

Guipúzcoa premia a la asociación Tinko por impulsar las películas dobladas en salas comerciales

Hacía tiempo que la pregunta rondaba en la cabeza de la dobladora Marian Galarraga, pero fue hace una década cuando por fin le plantó cara. ¿Por qué no se veían películas en euskera en las salas comerciales? No existía apenas oferta y, cuando la había, el público no respondía. "La costumbre de ir a ver cine en castellano era superior a todo lo demás", comenta. Esta respuesta fue clave para decidir el rumbo de su proyecto de futuro. Lideró la puesta en marcha de la asociación cultural Tinko, con sede en San Sebastián, y lo hizo con la vista puesta en los niños, de manera que se lanzó a doblar películas infantiles para proyectarlas en cines comerciales. "Para crear un hábito lo mejor es empezar con los más pequeños", subraya.

La primera película que dobló Tinko, que con su iniciativa abrió brecha en el doblaje de películas al euskera para ser visionadas en salas comerciales, fue El niño león. A partir de ese filme ha ido sumando títulos infantiles y juveniles, como Big o Diario de un rebelde, hasta alcanzar los 35. El último, El aprendiz de brujo. Y el próximo estreno, Ciencia ficción, que llegará a las pantallas en Navidad. Esta trayectoria le ha valido el premio Anton Abbadia, un galardón que la asociación recoge esta tarde y con el que la Diputación de Guipúzcoa reconoce la labor de instituciones, entidades o personas en favor del uso del euskera.

Los primeros pasos de Tinko estuvieron únicamente ligados a centros escolares, con los que empezó a trabajar en el curso 94-95. Desde entonces, y gracias también a la colaboración de un buen número de ayuntamientos, miles de alumnos de entre 3 y 16 años de los colegios interesados acuden a salas comerciales a ver películas en euskera. Lo hacen cuando está marcado en su calendario, pero siempre por las mañanas, en horario escolar.

Por eso, el Departamento de Educación del Gobierno vasco pidió a la asociación que acompañara las proyecciones con "algo más". Y así es. Un grupo de pedagogos, psicólogos y profesores prepara para Tinko material didáctico en el que vuelcan "los valores que aparecen en cada filme, como pueden ser la amistad, la solidaridad, la tolerancia...". De esta forma, los chavales, una vez que han visto la película, trabajan en clase sobre ellos. La asociación cumple, por tanto, el doble objetivo de facilitar instrumentos a los niños y jóvenes para "reforzar e interiorizar el euskera" y "educarles en valores", explica Galarraga.

No a las películas violentas

En este sentido, Tinko, que en el caso de Navarra e Iparralde se limita a prestar los filmes, tiene claro qué trabajos doblar. "No queremos películas violentas, como las de dibujos animados japonesas", afirma la impulsora de la asociación. Europa es su principal fuente.

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El esquema de trabajo de Tinko varió ligeramente hace cinco años, cuando el Ejecutivo autonómico empezó a dar ayudas para el doblaje de las películas en salas comerciales. Desde ese momento, la asociación estrena los filmes en euskera para el público infantil y juvenil en general y luego, al año siguiente, incorpora dichas películas a su proyecto lingüístico y educativo. "De esta forma están doblemente aprovechadas", apunta Galarraga.

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