Goytisolo anima a los jóvenes a releer
El escritor explica a los estudiantes las diferencias entre texto literario y producto editorial
Juan Goytisolo animó a los jóvenes a no dejarse confundir por los productos editoriales superventas y aceptar el desafío de los libros que obligan a la reflexión y a la relectura. "Yo me he propuesto tener el mayor número de relectores posibles", dijo el escritor barcelonés durante una charla con los varios cientos de estudiantes que acudieron a escucharle en uno de los foros de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
La diferencia entre el "texto literario" y el "producto editorial", según agregó, consiste en que el segundo "se consume, se digiere y se evacua con la misma velocidad con que comemos hamburguesas en los establecimientos de comida rápida. No dejan la menor huella". Contrariamente, cualquier texto literario rico obliga a volver sobre él. "La dificultad que puede ofrecer leer a Joyce o Proust, la resistencia que puede oponer el texto es la que nos obliga a convertirnos en lectores activos. La dificultad es la cortesía del autor con el lector. Es la prueba de no tratarle de imbécil".
No hubo tiempo para muchas preguntas. La presentación del autor y tres preguntas a cargo de la coordinadora del acto, Annie Bussiére, y cuatro más de los jóvenes mexicanos consumieron la hora de diálogo. El premio de Literatura Juan Rulfo 2004 reiteró su convencimiento de que las grandes editoriales "sólo quieren publicar superventas. (...) Yo prefiero publicar en editoriales más pequeñas en que el libro no es tratado como una simple mercancía".
Juan Goytisolo, quien precisó que no escribe para ganarse la vida sino que se gana la vida para escribir lo que quiere, compartió con los estudiantes sus compromisos éticos y literarios y largó una andanada contra quienes temen, entre ellos el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, que el catalán sufra las consecuencias de la inmigración y contra las tesis del profesor de Harvard, Huntington, aparentemente convencido de que la penetración hispana en Estados Unidos amenaza la convivencia con los anglosajones. "La diversidad cultural", dijo, "es muy valiosa y hay que sumar, no restar".
"Ustedes tienen la suerte de ser, no un país, un continente con una variedad de culturas y un mestizaje extraordinario", subrayó. "Realmente yo les aseguro que les envidio. Creo que de haber sido mexicano me hubiese pasado la vida aprendiendo idiomas en las distintas comunidades indígenas". Probablemente, sería insuficiente, pues México tiene más de 50 etnias.
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