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Sólo el 1,6% de los españoles con Internet es de renta baja

Sólo un 1,6% de los usuarios de Internet en España son de renta baja, y ese porcentaje no mejora desde 1996. Según el Estudio General de Medios, en abril-mayo pasados un 33,1% de los españoles mayores de 12 años (12 millones) utilizan Internet, y se observa un aumento entre la clase media y media-baja. Los pobres siguen estancados. La Fundación Esplai organizó la semana pasada el primer encuentro de E-Inclusión, con más de 50 entidades para debatir el problema.

"La brecha digital es brecha social", dice Josep Gassó, presidente de la Fundación Esplai, que impulsa la Red Conecta, que con apoyo de empresas y administraciones públicas acoge a 8.000 personas en sus 44 puntos de acceso a las nuevas tecnologías de la información y comunicación en 15 comunidades autónomas. "Es una brecha que afecta a colectivos que ya sufren otros factores de exclusión: bajos ingresos, cargas familiares, ser inmigrantes, ser mujeres".

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El 56% de los usuarios españoles de Internet son hombres, y el 44%, mujeres. En 2001, ellas sólo alcanzaban el 40%. Pero las mujeres más pobres tienen enormes dificultades para familiarizarse con la informática. "No hay que montar para ellas un curso tradicional de Internet", dice Luis María López Aranguren, de la Fundación Tomillo, "sino demostrarles con naturalidad que el ordenador es un electrodoméstico más, y que jueguen, que se comuniquen".

El mundo rural se enfrenta inerme al fenómeno digital. "Las capitales tienen todo tipo de servicios digitales, pero en los pueblos pequeños la situación es la contraria", advierte José María Martín Patino, presidente de la Fundación Encuentro. "La gente tiene allí la aspiración de no quedarse aislada, pero necesita que la administración y las empresas se involucren para proporcionar esos servicios y personal técnico. Trabajamos en 62 pueblos de la raya del Duero, de Salamanca a Extremadura, y vemos que cada día 17 jóvenes emigran a la ciudad. La escuela rural no marcha bien, porque el profesorado vive en la ciudad y realiza su labor a lo funcionario. Hay que hacerse cargo de que la tecnología funciona si funciona la comunidad".

Telecentros

Los telecentros, lugares que ofrecen ordenador y conexión, son el núcleo. "Ya tenemos 700.000 beneficiarios en zonas rurales mal comunicadas, y el 64% de esos centros cuenta con dinamizador", dice Rafael Rivera, director de programas del organismo oficial Red.es, que promueve las nuevas tecnologías. "Hay que implicar a la empresa privada. Las cajas rurales y de ahorros tienen un horizonte importantísimo: hay un 90% de pueblos sin sucursal bancaria; un sistema de banca electrónica no sólo suministraría ese servicio, sino que tendría un efecto multiplicador en el uso del ordenador por todas las generaciones".

Las nuevas tecnologías son una palanca para cambiar la vida en los países pobres. La IV Conferencia de Tecnologías de la Información y la Comunicación: Una Herramienta de Desarrollo, organizada la pasada semana por Ingenieros Sin Fronteras (ISF) abogó por aprovechar el potencial de administraciones, universidades y empresas para desplegar ese tipo de infraestructuras, "al menos telefonía e internet de baja velocidad", indica Eduardo Sánchez Jacob, responsable de Estudios y Campañas de IST.

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