Cemento 'pata negra'
Extremadura invierte 120 millones en una moderna planta en Alconera
Veinticinco años después de que se construyera en Carboneras (Almería) la última cementera española, un grupo extremeño tiene prácticamente finalizadas las obras de una nueva planta en Alconera (Badajoz), en la que se han invertido más de 120 millones de euros.
El grupo promotor de la nueva cementera, que comenzará a funcionar en pruebas a principios de 2005, está liderado por el industrial extremeño Alfonso Gallardo.
La nueva sociedad está controlada por AG, el mayor grupo empresarial extremeño (cuenta con una decena de compañías y un millar de empleados)
Balboa espera producir al año un millón de toneladas, que equivale al consumo de una comunidad como Extremadura (un millón de habitantes)
La idea de construir la cementera dio sus primeros pasos en 1998 ante la inexistencia de una planta de estas características en la región, lo que obliga a constructores y empresas hormigoneras a traer este material desde Andalucía y Castilla-La Mancha. A finales de ese año fue cuando se constituyó la sociedad, controlada por el grupo AG, el principal holding empresarial de Extremadura, y en el que trabajan más de un millar de personas en una decena de empresas. La nueva factoría está situada en una parcela de 21 hectáreas en Alconera, un municipio pacense ubicado entre Zafra y Jerez de los Caballeros, localidad donde tiene su sede central el grupo AG.
Las obras no comenzaron hasta 2002. El proyecto tenía inicialmente un presupuesto de 90 millones de euros, que ha sido luego corregido al alza en un 30% debido al "gran esfuerzo" realizado para la incorporación de la tecnología más moderna existente en la industria cementera y con el menor impacto ambiental posible. Según las previsiones de Gallardo, la facturación de Cementos Balboa será de 60 millones de euros anuales, lo que supondrá en torno al 10% de las ventas totales del grupo. La factoría está ejecutada "en un 90% o 95%", ya han comenzado las pruebas de los equipos y en el primer trimestre de 2005 comenzará la explotación comercial.
"El proyecto no ha contado con ninguna ayuda o subvención a la inversión", explican fuentes del grupo, "lo que le sitúa como el menos subvencionado, en proporción a la inversión, de toda Extremadura". Se trata de la mayor inversión en un proyecto industrial en esta región desde que se construyera la Central Nuclear de Almaraz (CNA) en los años ochenta.
La construcción de la cementera, que generará entre 400 y 450 empleos entre directos e indirectos, ha desatado protestas entre los sectores ecologistas, que la empresa ataja. "La tecnología empleada en la construcción de la fábrica, así como en el proceso de producción de cemento, es la más moderna y limpia que existe, y permite una absoluta automatización tanto en la recepción de las materias primas y la fuente energética, como de la extracción del producto", explican en el grupo, y aseguran "sin temor a equivocarnos que Balboa será la cementera más moderna de Europa y una de las más punteras de todo el ámbito internacional, así como la más respetuosa con el medio ambiente". Y añaden que "las cementeras actuales ya no tienen nada que ver con las de hace 20 años porque la tecnología ha reducido al mínimo los impactos medioambientales".
Cementos Balboa espera producir al año en torno a un millón de toneladas, que es el equivalente al consumo de una comunidad como Extremadura (un millón de habitantes). La producción, que será de varios tipos, se venderá tanto a granel como en sacos, y la empresa espera colocarla mayoritariamente en el mercado extremeño y en regiones limítrofes.
Según Oficemen, España consumió 46,2 millones de toneladas de cemento en 2003, casi un 5% más que en 2002. Los principales compradores de este producto en España son las hormigoneras, que acaparan el 60% del consumo.
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