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La rebaja de la jubilación forzosa a los 65 años obliga a 948 trabajadores a dejar el SAS

El 57% de los afectados por la medida del Gobierno se ha retirado en los últimos meses

Tereixa Constenla

El anterior Gobierno (PP) adelantó la jubilación forzosa en el gremio sanitario de 70 a 65 años mediante el estatuto marco del personal de los servicios de salud aprobado en diciembre de 2003. Esta medida obligatoria, que cada comunidad autónoma debe desarrollar, entra en vigor en Andalucía el próximo 1 de diciembre y atañe a 948 trabajadores (432 médicos, 274 sanitarios no facultativos y 241 no sanitarios), según el plan de ordenación de recursos humanos del Servicio Andaluz de Salud (SAS). El 57% de los afectados (541) ha dejado ya su trabajo en los últimos meses.

En la práctica sólo 373 causarán baja el próximo miércoles, ya que otros 34 empleados lo harán en sucesivas semanas, conforme cumplan los 65 años requeridos para la jubilación. Entre el personal que ya se ha retirado este año figuran 203 médicos, casi la mitad de los 432 facultativos que tienen que abandonar su actividad este año, según datos del SAS. Algunos colectivos consideran que la medida repercutirá negativamente en la actividad. "Tendremos problemas para el reajuste de plantillas: no es fácil sustituir a 432 médicos de inmediato y mucho nos tememos que habrá amortizaciones de plazas y sobrecarga de trabajo para los que se quedan en el servicio activo, así como pérdida de calidad asistencial", advertía el secretario general del Sindicato Médico en Andalucía, Ángel Pizarro, en una tribuna publicada en Diario Médico.

Tanto Sindicato Médico como CSI-CSIF rechazaron el plan de ordenación de recursos humanos presentado en la Mesa Sectorial de Sanidad, que por el contrario recibió el apoyo de UGT y Comisiones Obreras. "Puede derivar en un problema asistencial porque hay especialidades deficitarias", aduce el presidente del sector de sanidad de CSI-CSIF, Fernando Molina, que también apunta al "problema" generado a aquellos médicos que habían planificado continuar su actividad hasta los 70 años. "Pensamos que debían haber analizado quién es rentable para el sistema y aplicar la medida con más benevolencia", añade.

El director general de Personal del SAS, Rafael Burgos, sin embargo, sostiene que estas jubilaciones, "sólo unas 250 más" que en 2003, no mermarán la asistencia sanitaria: "Hemos visto centro a centro y caso a caso, ningún directivo ha planteado que tenga problemas para cubrir especialidades". Ginecología, Traumatología y Cirugía cardiovascular son las ramas donde se registran más jubilaciones, después de atención primaria, donde se retiran 55 personas. "No tienen casi impacto entre 5.000 facultativos", puntualiza Antonio Cervera, subdirector de Personal del SAS.

El retiro forzoso del personal de servicios sanitarios a los 65 años, la misma edad de jubilación obligatoria que rige para los demás trabajadores, ayudará a rejuvenecer las plantillas y, de forma directa, favorecerá la promoción interna, puesto que el 66% de los médicos que se jubilan son jefes de servicio. "El envejecimiento es un problema de todo el sistema nacional de salud", esgrime Burgos. El 70% de los médicos del SAS tienen entre 43 y 50 años. Rafael Burgos asegura que el adelantamiento en la edad de jubilación forzosa les ha permitido anticiparse a retiros masivos previstos para dentro de un lustro: "Podíamos tener problemas de reemplazamiento importantes".

El plan de ordenación de recursos humanos ha recibido el visto bueno de UGT y CC OO por el compromiso del SAS de cubrir las bajas y mantener la masa salarial destinada a la plantilla. "El SAS dice que todas las vacantes serán cubiertas de manera inmediata", sostiene Eulalio Carretero, integrante del área de sanidad de UGT Andalucía. "El impacto de las jubilaciones es relativo y asumible, se podrán sustituir por jóvenes profesionales que hoy están en paro o subempleados", indica el secretario general de la federación de sanidad de CC OO en Andalucía, Leonardo Romero.

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Sobre la firma

Tereixa Constenla
Corresponsal de EL PAÍS en Portugal desde julio de 2021. En los últimos años ha sido jefa de sección en Cultura, redactora en Babelia y reportera de temas sociales en Andalucía en EL PAÍS y en el diario IDEAL. Es autora de 'Cuaderno de urgencias', un libro de amor y duelo, y 'Abril es un país', sobre la Revolución de los Claveles.

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