_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Dios

Juan José Millás

Sí, sí, por favor, que los obispos convoquen finalmente esa manifestación con la que vienen amenazando al PSOE para que no cumpla su programa. Quiera Dios que soliciten para sí el derecho que negaron a la sociedad española cuando llevaban a Franco y al Santísimo, por este orden, bajo el mismo palio. Ojalá que la televisión pública se ocupe del acontecimiento como el suceso histórico que está llamado a ser. Por nuestra parte, reuniríamos a toda la familia en torno a la pantalla para que los jóvenes apreciaran las diferencias entre los unos y los otros. "Mirad", les diríamos, "cómo se aprovechan de la democracia, en la que no han creído nunca, mientras que los ateos, sin participar de sus valores, se los financiamos a través de los Presupuestos Generales del Estado".

A nosotros, el celibato y la castidad nos parecen perversiones brutales que, además de provocar desajustes psíquicos y hormonales que a la vista están, acaban con la demografía. Pero daríamos el alma, como el otro, por defender el derecho a ser casto y célibe siempre y cuando no se convirtiera en una obligación. Y ello pese a que la Iglesia, si pudiera, nos prohibiría divorciarnos. Ya nos lo prohibió durante cuarenta años dominados por la opacidad intelectual de las sotanas y la mugre emocional de las sacristías. También nos prohibió los anticonceptivos y el condón y la libertad de prensa y el onanismo y la concupiscencia y el carnaval y la risa. Además, censuró las películas y las obras de teatro y las novelas y los ensayos filosóficos y los escotes y hasta la minifalda.

A nosotros, en cambio, no nos parecería mal que los obispos acudieran con sotana a la manifestación. Ojalá viéramos desfilar a un millón de antidivorcistas, de antiabortistas, de antifeministas, de antidemócratas, para que aprendieran una lección de tolerancia histórica que les ayudara a no confundir su orden moral con el orden moral. Y otra cosa: nos encantaría ver en la concentración al mismísimo Dios detrás de una pancarta. Aunque lo más probable es que Dios, si existe, se quede a verla por la tele, espantado una vez más de que en su nombre se condene ahora a los homosexuales, a las células madre o a Darwin. Dios no puede estar tan loco.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_