José Vidal Pulido, taxista

"Mi afición es la tecnología y trato de ponerla en mi puesto de trabajo, el taxi. Si por mí fuera, pondría hasta un portátil con wireless y tarjeta 3G, pero la noche del taxi es peligrosa". Este es José Vidal Pulido, que a sus 28 años de edad, y con sólo tres en la profesión, busca que su vehículo proporcione a los viajeros algún aliciente más.

"Ideas tengo muchas, pero hay que ir despacio. Hace unos meses abrí una web sobre mi taxi. La hice yo mismo. Es otra forma de captar clientes, aunque de momento voy poco a poco. Al principio me la quisieron cerrar en el servidor, porque decían que recibía pocas visitas. ¡Cómo iba a recibirlas, si la acababa de abrir!".

Su web le ha servido para buscar clientes y ofrecer servicios de otros amigos taxistas, además de incluir un foro abierto a todo el público.

El coche de Vidal, limpio como una patena, va lleno de aparatos, unos se ven y otros no. "En el maletero llevo una nevera para los viajes largos en verano". En esos mismos trayectos largos, o cuando tiene que ir a zonas industriales, el instrumento ya imprescindible es el GPS. "Llevo el mejor", dice orgulloso, "un Siemens con cargador para toda Europa. Es la única forma de no perderse cuando vas por polígonos industriales".

Para el entretenimiento, el taxista ha instalado en los asientos traseros un televisor portátil con su mando.

El kit de Vidal Pulido se completa con una cámara fotográfica digital. "La uso constantemente. Fotografío monumentos, accidentes, infracciones de tráfico, cosas que ves cuando vas todo el día por la calle". Los clientes se interesan por el funcionamiento del GPS, pero sobre todo por la cámara digital. "Me piden que les fotografíe delante de un monumento. Luego, cuando voy a casa se las envío por e-mail".

"Me gusta modernizar el taxi", resume Vidal, "aunque la tarifa de la carrera sea siempre la misma".

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