El arte neumático de César Martínez
El escultor mexicano expone obras hinchables
Un conjunto de 14 esculturas humanas hinchables y un "pulmón arquitectónico", compuesto con telas y aire, forman la propuesta del artista mexicano César Martínez (1952) titulada Entre irse o quedarse, el imperdurablemente presente. El arte neumático prolonga su metáfora de una conciencia colectiva sobre la asfixia.
César Martínez, con estudios en México de diseño de la comunicación gráfica y de artes plásticas, realiza en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca una investigación sobre la identidad creativa. El artista presentó dos esculturas hinchables en la feria Arco 2001 y participó en la colectiva A vuelta con los sentidos, en la Casa de América (1999).
En la inauguración de su exposición en el Centro Cultural Conde Duque, del Ayuntamiento de Madrid (Conde Duque, 11, www.munimadrid.es, hasta el 2 de enero), realizó una performance caníbal con la acción Neuroeconomía antropófaga, en la que invitaba al público a devorar a un hombre y a una mujer de chocolate comestibles, rellenos de ingredientes especiales (como cerezas y avellanas). "Es una forma de integrar una serie de lecturas sobre el canibalismo", declara el artista, que señala referencias a la conquista española de Cabeza de Vaca, las teorías de Bartra sobre el salvaje artificial, los cuadros de frutas de Archimboldo y las tradiciones mexicanas.
Martínez parte del aire como el cuerpo del alma, de la respiración, de la contaminación y del consumo de la energía, en una visión artística y política. Las esculturas humanas hinchables se inflan y se desinflan cada 30 segundos, a través de un cordón umbilical conectado a una pistola de aire y un temporizador electrónico. Las piezas de caucho negro "agonizan y reviven", luchan entre sí o se abrazan, en las piezas enteras "vivas y muertas" y en zonas del cuerpo humano, como cabezas, manos, brazos. "Cada obra tiene una lectura que promueve la interpretación del espectador".
El artista señala que "el bióxido de carbono politizado y el impuesto al oxígeno agregado han provocado que en cada momento se adormezca y se extravíe la vida al grado de confundir a las vías respiratorias en espantosos ejes viales como sucede en la mayoría de las anxiudades más pobladas del mundo". Cree que "estamos a la espera de una posibilidad bioenergética más allá de los intereses político-económicos que el combustible muerto". En la otra intervención, el artista ha utilizado el espacio de columnas y arcos para construir con telas, ventiladores, luces rojas y música de Mozart un "pulmón arquitectónico", un espacio que respira, "como una sensación interior".
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.