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LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO

El 'número dos' de Acebes reconoce el "desastre" de los fallos policiales del 11-M

Jorge A. Rodríguez

Ignacio Astarloa, número dos de Ángel Acebes en el Ministerio del Interior, calificó ayer de "desastre" y de "disparate" el cúmulo de fallos policiales previos al 11-M, especialmente los que afectaron a las investigaciones de 2001 y 2003 sobre la trama asturiana que -ya en febrero de 2003- acabó facilitando la Goma 2 ECO para la masacre, en la que murieron 191 personas y más de 1.500 resultaron heridas. El que fue secretario de Estado de Seguridad hasta el 19 de abril subrayó que no tuvo "la más mínima noticia" sobre los chivatazos de los confidentes ni sobre por qué no se investigaron. Astarloa insistió en que su "impresión" sobre el 11-M, tras conocer datos tan "contundentes" como las decenas de detenciones ejecutadas durante su mandato y el suicidio de Leganés, es que la matanza "forma parte de la yihad", pero sigue sin descartar la "hipótesis, que no la tesis" de la colaboración de ETA.

"Tengo la impresión de que esto es parte de la 'yihad'; no sé si hay conexión o era una célula local"
Ignacio Astarloa declara que no tuvo "la más mínima noticia" del "disparate" de la trama asturiana
"Yo no he descartado a día de hoy la intervención de ETA en el atentado del 11-M"
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El hoy responsable del área de Justicia e Interior en la dirección del PP declaró durante siete horas en la comisión del 11-M en el Conreso en una comparecencia que fue de guante blanco. Astarloa abrió la sesión con una larga declaración en la que negó que el Gobierno hubiese mentido entre el 11 y el 14 de marzo, reclamó un cambio de cultura mundial para enfrentarse al terrorismo islamista y subrayó la necesidad de llevar "hasta sus últimas consecuencias todas las líneas [de investigación], se llamen ETA, Al Qaeda, servicios secretos; se llame como se llame". A su juicio, las pesquisas están en mantillas, "en los principios", aunque se mostró convencido de cuál será su final: "Yo tengo la tranquilidad enorme de que al final se sabrá la verdad".

El ex secretario de Estado insistió en que el Gobierno "nunca mintió" entre el 11 y el 14 de marzo. "No hubo en esos días la más mínima manipulación, ni conciencia ni voluntad de manipular nada". En todo caso, dijo, "nos equivocaríamos". En esta línea, calificó de "chorrada", pero también de "maldad dolorosa y lamentable" la afirmación de que el PP trató de suspender las elecciones generales.

Pista falsa

Astarloa relató cómo en las primeras horas del 11-M la conclusión unánime de los expertos fue la autoría de ETA, pero que ésta se fue diluyendo. Pese a ello, el ex secretario de Estado tuvo la impresión de que las pistas que apuntaban al islamismo eran intencionadas. "Yo entonces estaba muy confuso. Pensé que me llevaban a un sitio al que me querían llevar". Ése fue uno de los motivos por el que se pensó que la cinta coránica que estaba en la furgoneta hallada en Alcalá pudiera ser "una pista falsa".

El hallazgo de la cinta abrió para Acebes y Astarloa la tesis de una posible colaboración entre ETA y el terrorismo islámico en el 11-M, algo que públicamente ninguno de los dos ha descartado aún. "Yo no puedo decir que rotundamente considero que no es Al Qaeda. Tengo la impresión de que esto forma parte de la yihad, y lo que no sé es si hay una conexión o no, o si esto era una célula local (...) Yo no he descartado hoy la intervención de ETA; hay elementos que no la hacen lógica y otros que dicen que sí, por eso hay que investigar hasta el final (...) No hay datos contundentes, como lo son las detenciones o el suicidio de gente ligada a la yihad, y por eso hago una hipótesis no una tesis. Si yo fuera el responsable ahora me vería en la obligación de investigarlo hasta el final, aunque haya quien crea que son bobadas interesadas ideológicamente, porque hay miles de personas que las creen y hay que investigarlas para dejarlas tranquilas", explicó.

El número dos de Acebes quiso distinguir entre imprevisión y fallos policiales. Negó la primera y admitió que hubo una concatenación de los segundos, pero que no los conoció. Astarloa subrayó que los informes sobre amenaza que han sido entregados a la comisión no eran "ajenos al Gobierno" porque fueron elaborados por Interior. "Esos informes y las órdenes de servicio forman parte de la acción del Gobierno. Son míos y responden a la comprensión de la amenaza". "Nunca pensé que el 11-M iba a servir para hacer política. Nosotros la responsabilidad que tenemos es que estábamos en el Gobierno cuando ocurrió".

Lo que sí admitió Astarloa, tras una pregunta del diputado del PNV Emilio Olabarria, es que los fallos previos al 11-M en las investigaciones sobre las personas que resultaron implicadas en la matanza fueron "un desastre" y un "disparate". Olabarria había enlazado una serie de preguntas sobre las investigaciones fallidas y no realizadas en relación a la trama de los explosivos de Asturias, la baja o nula atención prestada a los confidentes que hablaban de tráfico de Goma 2 o los seguimientos fallidos que se hicieron a algunos de los islamistas luego detenidos.

Ni una noticia

La contestación fue ésta: "Todo lo que usted me ha dicho no es eficiencia policial, es un desastre. Y entiendo que ese desastre es sobre el que tenemos que aclarar dónde están las responsabilidades. Usted no lo ha dicho, pero me lo voy a decir a mí mismo: 'Es que esto es cosa suya, es usted el que manda en eso'. Pues yo tengo que decirle con toda claridad que de la mayoría (...) de esas cuestiones yo no tengo ni la más mínima noticia mientras soy secretario de Estado de Seguridad, ni la más mínima (...) Yo soy el primero que quiero saber de quién ha sido el fallo (...) Por supuesto, todo lo que usted ha enumerado no es ni eficacia, ni no eficacia, es un disparate".

De los confidentes, especialmente de los de Asturias, mostró su total desconocimiento, tanto sobre su existencia como de sus chivatazos. Lo más que admitió es que la primera noticia sobre esos "personajes" la tuvo el día 19, cuando la Policía habla de "un moro" [Rafá Zouhier], que puso en contacto a "un drogata", Emilio Suárez Trashorras, con los que podrían haber cometido el atentado. En la tarde de ese día, la Guardia Civil detuvo a su propio confidente.

Ignacio Astarloa (segundo por la izquierda) conversa con los diputados de la comisión del 11-M minutos antes de su comparecencia.
Ignacio Astarloa (segundo por la izquierda) conversa con los diputados de la comisión del 11-M minutos antes de su comparecencia.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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