Bush premia de nuevo a Mohamed VI por su empeño reformador

George W. Bush ha vuelto a premiar a Mohamed VI. Después de haber concluido con Marruecos un acuerdo de libre comercio, después de haberle designado aliado preferente no perteneciente a la OTAN, el presidente de EE UU ha elegido ahora este país para acoger, el 11 de diciembre, el Foro del Porvenir, la primera conferencia ministerial que deberá promover reformas democráticas y apertura económica en los países árabes.

Un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos confirmó, la semana pasada, que albergará esta reunión en la que participarán los jefes de la diplomacia de la mayoría de los países árabes, del G-8 -las ocho grandes potencias industriales-, así como representantes de varias organizaciones internacionales como la Unión Europea, la Liga Árabe, etcétera.

En una lista provisional de los asistentes no figura Sudán y tampoco el Estado hebreo, porque acoger a una delegación oficial israelí podía soliviantar a algunas fuerzas políticas marroquíes.

España tampoco estará representada porque no forma parte del G-8. "EE UU planeó, inicialmente, solicitar a España, entonces aliada suya en Irak, que organizase la reunión, pero tras las elecciones de marzo cambió de parecer", asegura Rafael Bardají, responsable del Grupo de Estudios Estratégicos y colaborador del anterior presidente, José María Aznar.

"Bush barajó siempre convocar la reunión en Jordania, Bahrein o Marruecos, los países árabes que, en su opinión, han acometido mayores reformas", afirma una fuente gubernamental española, "y, al final, optó por este último".

Respeto de la especificidad

El presidente norteamericano lanzó esta iniciativa en junio pasado durante la cumbre, en Georgia (EE UU), de los líderes del G-8. Con anterioridad, el secretario de Estado adjunto, Marc Grossman, recorrió los países árabes para explicar el proyecto.

La reacción fue de desconfianza porque aparentaba ser una intromisión en sus asuntos internos. El rey Mohamed VI, que recibió a Grossman en Alhucemas en una tienda de campaña, fue de los menos reacios. Recalcó, no obstante, que la iniciativa debía "respetar la especificidad de los países de la región" y el comunicado ministerial de la semana pasada reitera el mismo argumento.

Después de que Rabat hiciese el anuncio de la celebración del Foro del Porvenir, Bush envió, el sábado, un mensaje a Mohamed VI con motivo del fin del Ramadán. En él le felicita por su "compromiso con las reformas". "Espero tener (...) la oportunidad de trabajar con su majestad para promover la paz, la prosperidad y la democracia en la región".

Paralelamente, Washington añadió a Marruecos a la lista de 15 países, entre los que no figura ningún otro árabe, que podrán beneficiarse de ayudas al desarrollo por valor de mil millones de dólares.

Islamistas, defensores de los derechos humanos y ex comunistas, marroquíes pertenecientes, estos últimos, a la coalición gubernamental en Rabat, han criticado que Marruecos acoja y presida, junto con EE UU, esta reunión.

Saadedin el Otmani, secretario general del Partido de la Justicia y Desarrollo, los islamistas moderados que constituyen la principal fuerza de oposición, puso como condición previa, a la celebración del foro en suelo marroquí, la retirada de EE UU de Irak y que no acuda ninguna delegación israelí.

En la otra punta del abanico político, Ismail Alaui, líder de los ex comunistas, advirtió: "Los norteamericanos deben saberlo: una democracia no se impone, y menos cuando llega en los vehículos blindados de un Ejército de ocupación".