"El futuro del campo es la jornalera"

Dolores Álvarez nació hace 36 años en Posadas (Córdoba). Es la primera jornalera que ocupa un cargo de responsabilidad dentro del Sindicato de Obreros del Campo (SOS), acaba de ser elegida coordinadora provincial del SOC en Córdoba. Estos días, compagina su trabajo en la campaña de la recogida de la aceituna con su vocación sindicalista.

Pregunta. ¿Ha estado trabajando hoy?

Respuesta. Sí, he estado trabajando en la aceituna de mesa, en la de verdeo.

P. ¿Pero trabajando cómo jornalera o como sindicalista?

R. Sí, siempre he sido jornalera, desde que terminé la primaria cuando tenía 14 o 15 años.

P. Es jornalera, sindicalista y ¿madre?

R. Sí, también soy madre. Tengo dos hijos de 11 y 20 años. Y, además, soy concejal del Ayuntamiento de mi pueblo [Posadas ]por Izquierda Unida.

"Lo lógico es que los jornaleros tengamos a alguien que nos pueda representar"

P. La situación del hombre en el campo muchas veces es precaria, ¿la de las jornaleras es peor?

R. Sí. La situación de las mujeres, aunque se va consiguiendo que no nos exijan tanto, es peor porque somos además madres, amas de casa. En la provincia de Córdoba, las jornaleras tienen problemas, en muchos tajos nos obligan a llevar a un hombre, si no lo llevas no hay trabajo. La aceituna de mesa se coge por bancos, en cada banco van dos o tres personas. Si van dos personas, nos exigen que vaya un hombre y una mujer. Dos mujeres juntas no pueden ir. Pero también estamos concienciando un poquito a los empresarios de que valen lo mismo las mujeres que los hombres. Además, en el campo lo que están quedando son mujeres jornaleras, los hombres se están yendo a otros sectores como la albañilería.

P. Es decir, el futuro del campo es la jornalera...

R. Sí, creo que sí. Hay cuadrillas grandísimas, como en la que yo estoy, en la que hay unas 150 personas y sólo hay unos 50 hombres. El futuro del campo va a ser la mujer.

P. ¿La patrona trata mejor a las mujeres?

R. Sí. De hecho, donde yo estoy cogiendo aceituna, la manigera es una mujer, y cambia un montón. Si es un hombre te trata bien, pero de vez en cuando, te suelta cualquier cosa machista, cosas como "luego queréis la igualdad y no queréis subir al olivo", cuando la mujer se sube al olivo lo mismo que un hombre. Sin embargo, la patrona trata lo mismo a la mujer que al hombre, al jornalero que a la jornalera.

P. Dice que el futuro va a ser la mujer en el campo, ¿y el pasado? ¿La mujer ha estado en la aceituna tradicionalmente?

R. La mujer siempre ha estado, lo que pasa es que antes, por ejemplo en el aceite, lo que hacía la mujer era coger las aceitunas del suelo, y ahora la mujer hace prácticamente todo. Es lo mismo que un hombre.

P. ¿Ha encontrado una actitud machista por parte de algún compañero del SOC?

R. Hasta ahora, no. De hecho, me han nombrado por unanimidad coordinadora provincial y la mayoría eran hombres. Pero esto ocurre en nuestro sindicato, porque sí que he tenido casos en los que hemos llegado a una finca a reivindicar los derechos de unos trabajadores y estaban los otros dos sindicatos y no les gustaba que hubiese una mujer allí. Y creo que les cabreo más que fuese una mujer la que diese más caña, ellos se mantenían un poco al margen y eran más dóciles. Yo no me conformo con poquito, aprieto. Soy guerrillera.

P. ¿Cuánto tiempo lleva en el SOC?

R. Desde que está aquí, hace unos tres años. En política llevo desde estas últimas elecciones que me presenté por Izquierda Unida.

P. ¿La vocación política y sindicalista de dónde le viene?

R. Soy jornalera desde muy joven y he estado viendo los problemas y las injusticias del campo. Y no entendía que se nos explotase a la gente del campo de esa forma, que no se nos respetasen nuestros derechos. Además, mi padre también es un poquito rojillo. De hecho, el apodo de mi padre en el pueblo es El Cano, porque cuando era chiquito él decía que era republicano. El siempre lo que nos ha dicho cuando hemos salido al campo es "cumplir con vuestro trabajo, pero no dejéis nunca que os pisen".

P. ¿Y ha mejorado la situación de los trabajadores desde que usted es jornalera?

R. Ha mejorado entre comillas, antes se echaban más horas de las que tenías que trabajar, pero antes también lo que había era más miedo. Ahora, protestamos un poquito más, aunque sigue habiendo miedo. Tienen miedo a que si reclaman su jornal o sus derechos le digan mañana no vienes, porque no hay nada firmado y te pueden echar a la calle. Además, todavía no podemos tener delegados sindicales en el campo porque la ley nos exige más de seis meses de antigüedad en una empresa y ¿qué jornalero trabaja seis meses seguidos en una empresa? No lo hay. Eso se debería cambiar. Lo lógico es que los jornaleros tengamos a alguien que nos pueda representar en el campo.

P. ¿Qué punto positivo le puede aportar la mujer al sindicalismo?

R. Las mujeres somos más machaconas. No somos dóciles y no nos conformamos con poquito. Vamos a por todas. La constancia que tenemos las mujeres le va a venir bien a nuestro sindicato, porque muchos hombres son conformistas. Yo particularmente, hasta que no consigo lo que quiero pataleo lo que tenga que patalear