Las órdenes religiosas se desmarcan de Rouco y piden "delicadeza" frente al aborto y los gays
400 superiores reclaman "vías de dialogo y reconocimientos mutuos" en la España aconfesional
Los superiores de las 300 congregaciones religiosas femeninas y 100 masculinas que hay en España avalaron ayer un comunicado de sus dirigentes en el que piden diálogo, comprensión y "un pacto escolar que dé estabilidad al sistema educativo". En España hay 48.500 religiosas y 13.000 religiosos, y algunos importantes obispos pertenecen a ese sector eclesial, entre otros, el cardenal de Sevilla, Carlos Amigo (franciscano), y el arzobispo de Pamplona, Fernando Sebastián (claretiano). "En aspectos complejos como el aborto, la homosexualidad y la eutanasia, nos comprometemos a afrontarlos con extrema seriedad y delicadeza. Está en juego la persona humana en su misma esencia", dicen los dirigentes religiosos.
La XI Asamblea de la Conferencia Española de Religiosos (Confer) y las conmemoraciones del 50º aniversario de esta organización se cerraron en Madrid con un comunicado sobre los asuntos que llenan de zozobra a la jerarquía católica. Como viene siendo habitual en el catolicismo español, el discurso de los religiosos se aleja claramente, en talante y contenido, del habitual de los obispos. Éstos hablan de una Iglesia que sufre persecución y revanchismo, invitando a sus fieles a la confrontación con el Gobierno, y los religiosos proponen firmeza doctrinal pero también comprensión y diálogo.
"Los miembros de la junta directiva de Confer deseamos exponer unas breves ideas sobre temas que a todos nos preocupan relacionados con nuestra presencia como católicos en la sociedad española. Queremos tener una palabra, como una voz más en la Iglesia, hecha con deseo de colaborar en la construcción de una sociedad más humana y reconciliada", empieza diciendo el comunicado, antes de afirmar que es su "misma vocación" la que les invita a situarse "adecuadamente en una sociedad que cambia con sorprendente rapidez y profundidad y que se muestra plural". "Todos nos vemos obligados a convivir con personas de culturas, tradiciones, intereses, creencias y lenguajes no sólo distintos, sino con frecuencia contrapuestos y antagónicos", subrayan.
Sin imponer ni condenar
Los religiosos también subrayan el carácter "aconfesional" de la sociedad y su reclamo del "derecho a promocionar la realidad secular y a ser civilmente autónoma". Igualmente, dicen que España "desea progresar en democracia, es decir, en participación, igualdad, justicia, libertad y pluralismo político". "Percibimos que Jesús nos ha seducido, sin imponerse ni condenar. Su poder y autoridad proceden del amor con que mira y cuida las heridas de cada persona. Jesús nos atrae porque en Él se nos revela la humanidad de Dios, su sensibilidad ante el sufrimiento y el gozo de la gente, creyente o no", dice la dirección de la Confer. También se pregunta sobre qué significa hoy hacerse cargo de esta realidad cambiante y plural de la sociedad laica y democrática, y qué es hoy tomarse "en serio el seguimiento de Jesús". "No pretendemos diluir nuestro compromiso creyente, como no deseamos tolerar que la fe y la religión sean, una vez más y por desgracia, vehículo de intolerancia, rechazo o violencia", dicen.
El comunicado también se refiere al comportamiento eclesial en el pasado, un asunto evitado siempre por los obispos. "Reconocemos que no siempre hemos sabido ofrecer nuestra palabra o actuar ante situaciones dolorosas vividas en nuestra sociedad". Además, proponen los religiosos -"desde nuestras presencias en el mundo de la inmigración, exclusión, sanidad y educación, entre otras"-, reflexiones con el fin de que los temas que se debaten en la opinión pública "no eclipsen los verdaderos problemas de interés y preocupación". Con ese fin, reclaman la acogida del emigrante como persona, y apoyan la búsqueda de soluciones dignas en vivienda, sobre la violencia de género y para sectores "en situación de riesgo y exclusión".
Finalmente, se pronuncian sin tapujos sobre los asuntos polémicos que enfrenta a la jerarquía con los socialistas. "Pedimos que en aspectos fundamentales y complejos como son, por ejemplo, el aborto, la homosexualidad y la eutanasia, nos comprometamos entre todos a afrontarlos con extrema seriedad y delicadeza, pues está en juego la persona humana en su misma esencia. Entendemos que sólo un proyecto de convivencia social basado en un respeto a la persona, desde su concepción hasta su muerte natural, puede ser reconocido al servicio del bien común", dicen. [El Papa volvió a condenar ayer la eutanasia como "un drama ético" y rechazó "el ensañamiento terapéutico", en un discurso ante asistentes a una conferencia internacional sobre las terapias de alivio].
"El deseo explicitado en la XI Asamblea General de Confer, de ser una presencia profética desde la frontera, nos pone en situación de apostar por la vida, el respeto y la valoración de toda persona, y nos compromete a acompañar este proceso social apoyando vías de diálogo y reconocimiento mutuos, que hagan posible la convivencia pacífica, en justicia y libertad", concluye el comunicado, emitido ayer por los dirigentes de la Confer, presididos por el marianista Ignacio Zabala y la compasionista Leonor García, ésta como secretaria general de la organización.
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