Los trabajadores podrán lograr un título de FP si acreditan su competencia

Los trabajadores vascos en activo o los desempleados que no pudieron obtener en su día un título académico -graduado escolar, Formación Profesional (FP) o una licenciatura universitaria- podrán lograr la titulación en FP si demuestran sus conocimientos y acreditan una experiencia laboral de al menos dos años. Un grupo de expertos evaluarán sus competencias y si, es necesario, les recomendarán que se matriculen en algún curso para completar su formación. Cerca de 400 trabajadores se han dirigido ya a Educación para les acredite sus conocimientos.

Esta es una de las medidas más novedosas del II Plan Vasco de Formación Profesional, presentado ayer por la consejera de Educación, Anjeles Iztueta, y que fue aprobado el pasado martes por el Consejo de Gobierno. Este plan se prolongará desde el curso 2004-2005 hasta el 2007-2008 y cuenta con un presupuesto de 116 millones de euros. El proyecto se basa en tres pilares: la Formación Profesional reglada (que cuenta con 142 titulaciones), la formación no reglada, que se estructura a través del Sistema de Cualificaciones Profesionales (cuya característica es la flexibilidad), y la tercera pata es la concesión de un título a las personas que demuestren sus conocimientos.

Para conseguirlo, los trabajadores deberán acudir a los centros de FP dependientes del Departamento de Educación y entregar una documentación donde figuren todos los datos relacionados con su profesión, los cursillos que ha realizado y el trabajo para el que se considera capacitado. Con esa información, un equipo de expertos analizará el material y evaluará la cualificación del solicitante. El viceconsejero de Formación Profesional y Aprendizaje Permanente, Jorge Arévalo, precisó que en ningún caso se trata de un examen ni nada por el estilo. "Todo se hará de la manera más tranquila posible, sin que represente ningún problema para el interesado".

Para confirmar los conocimientos del solicitante, el equipo de asesores podrá incluso acudir a su centro de trabajo y comprobar personalmente su destreza. Si se trata de un desempleado, la idea es que hagan una simulación lo más fidedigna posible del trabajo en un centro de FP.

En el caso de que el aspirante no acredite toda la competencia necesaria, podrá realizar cursos para completar su currículum y lograr un diploma que le permita después aspirar al título. Por el momento, el departamento ha puesto en marcha el proceso para cinco familias profesionales que engloban siete titulaciones: técnico en mecanizado, técnico superior en producción por mecanizado, técnico en carrocería, cocina, técnico en equipos e instalaciones electrotécnicas, técnico superior en sistemas de telecomunicación e informáticos, y técnico en instalación y mantenimiento electromecánico y conducción de líneas. La consejera indicó que gradualmente se irán generalizando el número de titulaciones, pero que por el momento han optado por siete para resolver las dificultades que puedan ir surgiendo.

Centro de innovación

Otra de las novedades que incorpora el II Plan de Formación Profesional es la creación de un centro destinado a la innovación. Su sede estará en Rentería, se llamará Teknika y servirá de apoyo a toda la red de centros de la FP, a los que aportará la tecnología más vanguardista y mantendrá en permanente contacto con las empresas. Iztueta también destacó el impulso que el departamento quiere dar a la convalidación de asignaturas a los titulados de Formación Profesional de grado superior que quieran proseguir sus estudios y hacer una carrera universitaria relacionada con su especialidad.

En la actualidad, el 47% de los alumnos que cursan estudios después de la enseñanza obligatoria (hasta los 16 años) optan por ciclos formativos de FP. Se trata de un porcentaje que se ha consolidado en los últimos años, aguantando el tirón del descenso demográfico, que ha influido en que haya menos alumnos para cualquier tipo de estudio, apuntó Arévalo. "A veces, mantenerse ya es un triunfo", resaltó. Sobre la presencia de mujeres en la FP, que no supera el 30%, la consejera anunció nuevas campañas de sensibilización en las que el gancho será el alto índice de inserción laboral frente a otro tipo de estudios. Los sectores relacionados con la industria, los servicios y la informática son los que ofrecen mejores perspectivas de colocación a los futuros titulados.