El Guggenheim recorre la historia del arte del impresionismo al abstracto
El museo bilbaíno abre dos exposiciones con fondos de su colección
El Museo Guggenheim Bilbao presentó ayer dos nuevas exposiciones de fondos de su colección permanente con las que propone, en palabras de su comisaria, Petra Joos, "un recorrido casi completo de la historia del arte desde las primeras vanguardias de fines del siglo XIX hasta la abstracción que surge tras la Segunda Guerra Mundial". En total, son 75 obras, de las que 28 se muestran por primera vez en la pinacoteca bilbaína.
Del impresionismo al arte abstracto y Arte desde 1945: evolución, diversidad y diálogo se inaugurarán oficialmente el lunes, pero ya están abiertas desde hoy al público las salas que albergan ambas muestras y que ocupan toda la segunda planta del edificio de Frank Gehry, donde permanecerán hasta febrero próximo.
El recorrido se va realizando a través de figuras absolutamente clave de cada movimiento artístico. Artistas como Renoir o Van Gogh van dejando paso a otros como Chagall, Picasso o Miró, hasta llegar a 1945. Desde ahí, la segunda muestra parte del expresionismo abstracto norteamericano, encabezado por Jackson Pollock, y muestra obras de autores como Rothko, Tàpies o Chillida. Este paseo por el arte del siglo XX finaliza con un mural creado específicamente por Sol LeWitt en 1997 para una de las salas de la pinacoteca vizcaína.
"Las obras no se presentan de forma aislada. Lo que queremos es trazar un contexto para que se entiendan dentro un discurso internacional", precisó Joos. Ambas exposiciones sirven también para presentar las últimas obras que el Guggenheim ha comprado de Pablo Palazuelo, "el más destacado español de la abstracción geométrica".
Del impresionismo al arte abstracto arranca con varios ejemplos de arte impresionista y posimpresionista procedentes de la colección Thannhauser e incorporados a los fondos del Guggenheim. A Renoir le acompaña el Campesino con azada, de Seurat, de 1882. Se abre así el recorrido por "la era moderna en el arte", que se detiene luego en Braque, Léger, Delanuy o Juan Gris, y en la múltiple producción de Picasso de su primera época, con Fernande con mantilla negra (1905-1906), La mujer de pelo amarillo (1931). Le siguen Paul Klee, Mondrian y Kandinsky. La primera muestra concluye con Miró como enlace para abrir Arte desde 1945, en la que también se pueden ver varias obras suyas.
La segunda exposición comienza con el informalismo en Europa, con Dubuffet como artista destacado, según explicó Joos. El expresionismo abstracto de Pollock y Willem de Kooning se enfrenta a la "pintura del silencio" de Rothko. "Termina con dos nombres fundamentales de otra tendencia que empieza a principios de los sesenta y se denomina abstracción pospictórica, Ellsworth Kelly y Frank Stella".
Especialmente impactante es la sala dedicada en exclusiva a Anselm Kiefer, destacado neoexpresionista alemán, con una selección de piezas realizadas en los años ochenta y noventa que abarcan una gran variedad de técnicas y de materiales.
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