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El Parlamento italiano rechaza los presupuestos de Berlusconi

Buttiglione crea un movimiento que amenaza con romper su partido

Enric González

Silvio Berlusconi no tiene un momento de calma. Ayer, pocas horas antes de una reunión nocturna en la que se alcanzó un acuerdo sobre la reforma fiscal, la Cámara de Diputados rechazó el primer artículo de la Ley de Presupuestos y devolvió al ministerio las cuentas públicas para el año próximo. Otro problema creciente era el representado por Rocco Buttiglione. El comisario rechazado por el Parlamento Europeo estaba desarrollando un "movimiento" religioso-conservador que amenazaba con romper la Unión Demócrata Cristiana, uno de los partidos de la coalición berlusconiana.

El fracaso parlamentario de la ley presupuestaria fue debido al absentismo en los bancos conservadores, sobre todo los democristianos. Tres de cada cuatro estaban ausentes de la Cámara cuando se votó una enmienda de La Margarita que reducía el volumen del presupuesto desde los 50.000 millones de euros propuestos por el Gobierno a 48.000 millones. La enmienda de la oposición fue aprobada y el ministro de Economía, Domenico Seniscalco, tuvo que reunirse de urgencia con Berlusconi para buscar soluciones a la crisis. La oposición se mostró exultante. "Tendrán que hacer todas las cuentas desde el principio", declaró Luciano Violante, de los Demócratas de Izquierda.

Berlusconi, que después abordó con sus sus aliados su plan de rebaja de impuestos y la sustitución de Franco Frattini, enviado a la Comisión Europea, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, tenía ya otro problema sobre la mesa. El primer anuncio de Buttiglione, tras su derrota en Estrasburgo, pareció una excentricidad. Quería crear, dijo, "un frente por la libertad y contra el totalitarismo neoiluminista" que incluso en el Vaticano fue considerado superfluo. Pero la gira italiana lanzada por el democristiano está abarrotando salas y despertando entusiasmo en los sectores más vinculados a Comunión y Liberación, el movimiento religioso que tiene en Buttiglione a su líder más carismático, y agrava la volatilidad de la coalición conservadora.

El empujón definitivo para el comisario frustrado llegó de Estados Unidos, con la victoria electoral de George W. Bush. Buttiglione se felicitó por el éxito republicano y proclamó que Europa debía abandonar la secularización y seguir a los americanos "en la reevangelización y el retorno a los valores cristianos".

Buttiglione encontró un aliado inesperado en Giuliano Ferrara, ex subsecretario y ex portavoz de Berlusconi y director del diario Il Foglio, propiedad de la esposa del presidente del Gobierno. Ferrara, que se define como "ateo religioso y devoto", se unió al ministro de Relaciones con Europa (Buttiglione no ha dimitido aún) para combatir en "una guerra cultural". "Sin conciencia y sin valores morales no puede existir una comunidad política", afirmó Ferrara, para explicar su adhesión a la cruzada cristiana.

'Teocons'

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Tanto Buttiglione como Ferrara y numerosos dirigentes democristianos y conservadores que les dan apoyo se definen, de forma abreviada, como teocon. El neoconservadurismo de origen estadounidense ha sido, dicen, sólo un paso hacia el "teoconservadurismo", en el que Dios y los valores morales cristianos recuperan la función de eje del debate político. En Forza Italia ha empezado a calar también esa idea. El diputado Ferdinando Adornato, uno de los ideólogos de Silvio Berlusconi, considera que George W. Bush debe ser tomado como ejemplo.

El despecho de Buttiglione contra su partido y contra el Gobierno, por haber cedido, en su opinión, a las "presiones del lobby ateísta", se reflejó en una frase sobre su sustituto como aspirante a comisario, el ministro de Asuntos Exteriores Franco Frattini. "Espero que le vaya bien y que nadie le pregunte si es masón, porque se repetiría la injusticia cometida contra mí", dijo el lunes. Ferrara, desde Il Foglio, había ya acusado a Frattini de pertenecer a la masonería y de carecer de principios morales sólidos.

Buttiglione asegura en todos sus actos públicos que no tiene intención de romper la Unión Demócrata Cristiana. Su movimiento, dice, es "transversal", y ambiciona atraerse simpatizantes en todos los partidos de la derecha y el centro. Algunos de sus colaboradores añaden, sin embargo, que esas son las intenciones "por el momento", y no descartan que se produzca una crisis en la democracia cristiana. Las relaciones de Buttiglione con su jefe de filas, Marco Follini, son malas. Y a Follini no le ha gustado nada el plan de Buttiglione de viajar a Alemania para reunirse con los principales dirigentes de la CDU e invitarles a sumarse a su plan de renovación ideológica.

Rocco Buttiglione, el 27 de octubre en el Parlamento Europeo.
Rocco Buttiglione, el 27 de octubre en el Parlamento Europeo.REUTERS

Una operación antimafia salpica a Alianza Nacional

La Fiscalía de Catanzaro lanzó ayer una amplia operación contra la Mafia calabresa y publicó una lista de imputados en la que figuraban el subsecretario de Justicia, Giuseppe Valentino, y la presidenta de la Comisión Parlamentaria Antimafia, Angela Napoli, ambos de la formación posfascista Alianza Nacional. Valentino afirmó que los fiscales cometían "un clamoroso error" y recibió el apoyo de su jefe de partido, el vicepresidente Gianfranco Fini. El total de imputados ascendió a 34, de entre los cuales seis fueron detenidos. Uno de los que ingresaron en prisión fue el periodista Francesco Gangemi, director del diario Il Dibattito de Reggio Calabria.

Dentro de los imputados figuraban un ex prefecto del Ministerio del Interior que en la actualidad dirige una comisaría en Sicilia, varios miembros de la policía, de los carabinieri y de los servicios de información, varios abogados y cinco consejeros y asesores de Alianza Nacional, Forza Italia y Pacto por Calabria.

La acción fue anunciada mientras el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, mantenía una reunión en Roma con mandos policiales para afrontar la oleada de violencia mafiosa en Nápoles, donde desde hace semanas se libra una violentísima batalla entre clanes de la Camorra y donde los homicidios son cotidianos.

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