Pérez afirma que la UPV está en situación "crítica" y exige apoyo institucional
El rector pide por carta a Iztueta una subvención extraordinaria o permiso para endeudarse
El rector de la UPV, Juan Ignacio Pérez, dio ayer en el Parlamento vasco un paso más en la búsqueda de soluciones a la situación de penuria económica de la universidad pública. "Nos encontramos en una coyuntura crítica", advirtió, al tiempo que reclamaba que las instituciones apuesten por la Universidad "porque no lo han hecho todavía". "De no cambiar este estado de cosas en breve, y de no hacerlo de forma radical, los vascos que puedan recomendarán a sus hijos que se vayan del país a cursar estudios universitarios. Me gustaría no ser yo uno de ellos", concluyó con cierto dramatismo.
En su comparecencia en la Comisión de Educación y Cultura, a petición del PP Popular, Pérez no sólo volvió a solicitar al Departamento de Educación una mayor financiación, sino que expresó su esperanza de que los grupos parlamentarios enmienden en este sentido el proyecto de Presupuestos presentados por el Gobierno vasco para 2005. Cargado de datos, el rector presionó de nuevo al Ejecutivo para que traduzca en hechos las promesas de apoyo que ha recibido en los siete meses que lleva en el cargo. En este sentido, subrayó que en las cuentas para 2005, el peso de la subvención a la UPV respecto al gasto total del Departamento de Educación es del 11,35% -el peor desde 1996 y lejos del 14,15% de 2002-, e inferior a la cantidad que prevé ejecutar este ejercicio. Por eso, mostró su confianza en que el Parlamento modifique el proyecto y la UPV disponga de un presupuesto "como Dios manda".
Para reflejar la realidad de la institución, el equipo rectoral presentó el mes pasado un proyecto de presupuestos para este año -el primero desde 2000- que recoge un déficit acumulado de 32,6 millones de euros. Pese a que su valor es más político que real, al faltar poco más de un mes del ejercicio, la intención del Rectorado es aprobarlo en la reunión del Consejo de Gobierno del 25 de noviembre. Por esta razón, y para que los números cuadren, Perez anunció que ayer mismo remitió a la consejera de Educación, Anjeles Iztueta, una carta en la que solicita la concesión de una subvención extraordinaria con la que cubrir ese déficit o su autorización para gestionar un crédito con el que cubrir el desfase.
"No entendería que nadie se endeudase para pagar los sueldos. Sería, cuando menos, extraño", observó Juan Ignacio Pérez antes de apuntar que si no recibe una respuesta antes de aquella fecha tendrá que retirar los presupuestos, algo que calificó como "muy grave".
Más que complementos
Los complementos de productividad del profesorado, motivo de agria polémica entre la consejería y el Rectorado durante el mandato de Manuel Montero, ocuparon un papel secundario en la completa descripción del estado de la UPV hecho por el rector. Insistió en que sólo un tercio de los 19 millones de euros dentro del déficit global correspondientes a 2004 tiene su origen en este asunto. "No debemos vincular nuestros problemas económicos a los complementos. Las causan van más allá", puntualizó.
Por ello, en su exposición a los parlamentarios -no asistieron a la sesión representantes de Ezker Batua y Sozialista Abertzaleak- se centró en cuestiones como la investigación, el profesorado o los equipamientos, y avisó del estado de precariedad con la que la UPV puede verse obligada a entrar en el nuevo Espacio Europeo de la Educación Superior. Para ilustrar la situación, Pérez indicó que en 1999 el gasto universitario representó en EE UU un 2,33 del PIB, un 1,26% en la Unión Europea, un 1,13 en España y el 0,84% en Euskadi, lo que se traduce en unos porcentajes análogos de gasto por alumno. Esto indica, concluyó, que estamos ante un "problema de naturaleza estructural".
"En el reto que espera a la UPV, tiene que estar acompañada por las instituciones públicas, porque si no es así, no podremos hacer frente a todas las necesidades que van a surgir", auguró. Aunque no dudó en reconocer los buenos resultados de la "opción" del Gobierno vasco en campos como la Formación Profesional o la escolarización temprana, tampoco ocultó sus temores ante el lugar en el que puede quedar la UPV dentro de la lista de prioridades de la consejería.
Las consecuencias de una errata
Un error en la redacción de la Ley del Sistema Universitario Vasco aprobada a principios de este mismo año ha frenado la intención del equipo rectoral de la UPV de lanzar una Oferta Pública de Empleo (OPE) con la que paliar sus serias carencias de Personal de Administración y Servicios (PAS). El rector, Juan Ignacio Pérez, explicó durante su comparecencia en la Cámara que el uso en una de las disposiciones de la norma del término "personal eventual" en lugar del correcto "personal interino" ha impedido hasta el momento la plasmación de una de las principales reclamaciones de los sindicatos y de otros sectores académicos. "Tal y como aparecía el texto, nos obligaba, en caso de lanzar una OPE, a hacer funcionarios a todo el personal eventual, algo del todo imposible", recalcó Pérez.
El Rectorado ha puesto en conocimiento del Gobierno vasco esta errata y ha solicitado ya su corrección para comenzar a solucionar uno de los problemas más graves que vive la UPV. La preocupante situación del PAS -en el que se incluyen puestos de secretaría, administración, gestión, técnicos de biblioteca, laboratorio, etcétera- se refleja en dos hechos. Por un lado, el elevado grado de inestabilidad laboral. El 60% de las 1.400 plazas están ocupadas de forma interina. Por otro, la proporción de PAS por profesor es la más baja de España, con apenas cuatro empleados por cada diez docentes, cuando la media nacional llega a siete.
Tampoco la UPV anda sobrada de científicos, tal y como reconoció ayer el rector. "Hay pocos investigadores en la UPV", señaló. Tan sólo el 33% de los 3.564 profesores a tiempo completo de la universidad pública participan en algún proyecto de investigación. A ello se suma la escasez de recursos destinados a la investigación, lo que da como resultado una realidad que Pérez deploró.
En 1998, el número de artículos publicados en revistas científicas de prestigio por profesores de la UPV -uno de los principales indicadores del trabajo investigador de una institución de educación superior- ascendió a 600. Cuatro años después, llegaba a 654, una "evolución ridícula", según sus palabras. "Hemos avanzado, pero no lo suficiente. Lo hemos hecho en menor grado que otras universidades de España, y esto es algo que me da pena", confesó el rector.
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